jueves, abril 03, 2008

Lo cerebro

Me preguntan unos peregrinos en inglés por un asunto práctico que un vecino les puede resolver. Con la ayuda de otra persona se lo resuelvo. El asunto implicaba la localización de cierto establecimiento comercial -un zapatero remendón que hiciera un tipo muy especial de apaño-, pero no sólo eso. Además, el otro vecino sabía del asunto más que yo, que traducía.
La conversación transcurre con fluidez, pero sin embargo me cuesta trabajo entenderme con el plano del centro de la ciudad. Ésta la conozco bien y se me dan bien los planos. Concluyo que he descubierto un chicle y unas escalerillas que bajar.

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