sábado, noviembre 18, 2006

Words don't come easy to me

El masaje musical de un supermercado nos devuelve imprevisto el éxito de F.R. David. Estamos en la sección de repostería industrial, obviamente. El olfato, sin embargo, no es el punto delicadamente fuerte de esta repostería y no se nos alcanzan los olores de entonces, cuando las madalenas y los mostradores de la panadería parecían, en toda España, los que ya casi ni se ven en algún pueblo o en algún barrio perdido. Esperando la jubilación de sus resignados propietarios. A éstos, las palabras les dejaron. Volaverunt. En sus ojos está la vacía, geométrica tienda, con un Morandi en la sección de refrescos; o bien está el caótico colmado que los esforzados representantes no han dejado de proveer: junto al buey desollado, la esponja y la espuma de Liechtenstein. El visitante ha violado un santuario y sus sentimientos son reprobables, como la piedad infundada.

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