viernes, septiembre 22, 2006

Exiliado

Los que propugnan A le suelen acercar a B. Los apologistas de B le descubren las virtudes de A. He aquí a un inadaptado a la retórica triunfante en la biocenosis.
No se crea que esto es sólo algo entre signos y usuarios. Con signos sólo también pasa: "Vamos a un lugar donde no tenemos ruido" frente a "Vamos a un lugar donde no tengamos ruido". El indicativo nos deja la variable ya reducida y en espera de una especificación; el subjuntivo nos habla de todo el dominio de la variable, lo que puede ahogar por evocativo.
Es cierto, con todo, que lo que le pasa a nuestro sujeto de más arriba no es que los significados le parezcan dependientes de reyes y de puercos, sino que todo le parece como si Protágoras hubiese, al pie del Taigeto, abierto escuela para los espartanos más tontos y que éstos no callasen.

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