domingo, diciembre 31, 2006

Coordenadas topocéntricas

Cuando la retórica quiere explicarlo todo, se producen toda clase de efectos paranormales, entre los que no son despreciables los que se sitúan en el ámbito de la lingüística cognitiva. Las estructuras gramaticales se describen de acuerdo con las que llamaremos, para mayor ambigüedad, coordenadas topocéntricas. Pero como los auténticos tópoi deben ser no muchos, cada poco se producen furiosas podas en el barroco espacio que va floreciendo según crece la gramática y otros fenómenos.
La complejidad sufre, en consecuencia, un achique de espacios. Las alfombras se ondulan con abultamientos sospechosos que invitan a una inspección furtiva y desalentadora.

sábado, diciembre 30, 2006

Significado

El significado es lo más barato del mundo. Comparte la distributividad cartesiana del sentido común. Lo que no abunda es lo significante. Lo significativo.
Como esto ha dismuido a escalas aforísticas, hay quien lo verá cargado de significado, como cargado de razón.

viernes, diciembre 29, 2006

Irreverso

Se trata de componer una estructura desde la que no se pueda volver atrás (por la pérdida de información, pero tal vez no sólo), una estructura que impida la realización de otras operaciones y permita sólo las debidas.
Naturalmente, estas facultades no son inmunes u opacas (tal es la esperanza del académico, del dígase científico) a la investigación, y pretender desentrañarlas es simultánea intención a la de formular la hipótesis.
La ventaja de la irreversibilidad es que es un gran criterio: Elige sólo aquello que no tenga vuelta atrás en su operación, como los ascensores cuyos técnicos descansan los fines de semana. ¿Puede este principio resumir a otros? To be stretched.

jueves, diciembre 28, 2006

Irreversibilidad según las piezas

Las operaciones humanas no son conmutativas en general: Abro la puerta, giro el pomo, salgo, cierro la puerta. No abro la puerta, salgo, cierro la puerta, giro el pomo (que quedó dentro); por no hablar del orden de abrir y cerrar y entrar y salir. Además, según se entre o se salga, las otras dos operaciones pueden conmutar o no. Nótese que la conmutación no tiene por qué referirse únicamente a un resultado diferente, sino incluso a la posibilidad de la operación (en aprticular, si se mantiene la identidad dela gente, algo que se abstrae en los contextos matemáticos), aunque nos abstenemos de afinar (Piense el lector en la operación que consiste en sumar 50 a 100 para luego restar 125 en los números naturales; tenemos aquí un contexto del segundo tipo de conmutatividad del que hablamos).
Nuestro mundo está hecho de trinquetes sin marcha atrás. Reversibilidad e irreversibilidad dependen de las composiciones posibles de las piezas elementales de la teoría que manejemos. O de cómo desatornillemos o disgreguemos el pomo o la puera para hacer lo imposible, que viene a querer decir lo mismo.
En el lenguaje tenemos mecanismos operatorios que se mueven en un sólo sentido. Es decir, realizada la operación A no se puede hacer la operación B. Si hacemos de la irreversibilidad de este tipo el elemento fundamental de las operaciones ocultas del lenguajes, podríamos pensar también que, entre ellas, las más existosas serían las que eliminasen la mayor cantidad posible de información operativa a cada paso, aquella información que afectase a las operaciones, no la transmitida fonética o semánticamente sin más. Un minimalismo basado en las virtudes adaptativas de la irreversibilidad. To be continued.

miércoles, diciembre 27, 2006

Aprendetegui

Los nudos. Sin embargo, cuando aprendemos algo, lo aprendemos por pasos como un autómata finito. El salto a otra cosa es interesante y es una de las maravillas que depara el aprendizaje de cosas raras, especialmente ya talludos. Cobra sentido una realidad que no se describe ya con un autómata finito, sino que nos recuerda en su expansión a las palmeras de los fuegos artificiales.
La tesis de Chomsky al respecto es que salimos sabiendo el lenguaje y no necesitamos, como quizá el adulto que aprende contumaz alguna lengua obstinada, de la fase del pasito a pasito en el sentido del lenguaje regular.
Por tanto, si se habla de nudos, hay que precisar que una cosa es la clase de la gramática que describe o genera -sin que pueda hacerlo una de categoría inferior- las estructuras que fabricamos o desenredamos y otra que esa gramática la tengamos disponible. Aunque para tenerla disponible ab ovo, hay que tenerla primero. Filogenéticamente también, pero es difícil hacer pasar a los fósiles y a las reliquias un test de Turing.

martes, diciembre 26, 2006

Raíces nudosas

Los nudos de los que hablan Uriagereka y Camps nos hacen pensar en Alejandro y su operación, no sintáctica y sí paratáctica o joristáctica. Pero así unía Europa y Asia o lo parecía.
El lector inadvertido puede, por un momento, pensar que los diagramas que ilustran el artículo son, en lugar de nudos - lo que se dice nudos-, árboles sintácticos sometidos a alguna prodigiosa convolución, que los descentrase, pero que nos descubriese empero alguna misteriosa operación secreta del sistema computacional.

lunes, diciembre 25, 2006

Sistemas de numeración. Sistemas fonológicos

El lector puede acudir a "El idioma analítico de John Wilkins" (Otras Inquisiciones) para no difícilmente averiguar de qué estamos hablando. Mostramos, pues, un ejemplar de la obra borgiana que acabamos de sacar de una bolsa o saco.
Borges insiste en la rigidez e inadecuación (su carácter caprichoso o delirante) de la ontología (una taxonomía de aspecto porfiriano) que sustenta o que se identifica con el idioma de Wilkins. Interesantemente, sugeriría también que a la empresa del obispo de Chester (Wilkins en alguna lengua analítica) no le dejaba de convenir la utilización de números en lugar de letras para su lengua, el más sencillo de ellos siendo el leibiniciano binario al que tan acostumbrados estamos en nuestros días y en nuestros reality bits. Menciona Borges a Descartes como autor de la observación de que precisamente con un sistema de numeración adecuado, podemos en un día aprender a representar todas las cantidades enteras. Descartes se refería al decimal. Humanamente nos cuesta trabajo manejarnos con el binario, como nos costaría con el sexagesimal. Podemos, no obstante, apuntar que habría de plantearse aquí la distinción entre una capacidad potencial y otra actual, pues aunque no se puede representar actualmente el infinito con un sistema de numeración, tampoco podemos actualmente representar cualquier cantidad arbitrariamente grande sin que nos muramos antes o, alternativamente, aprendamos otras formas de representación.
Esto nos lleva a nuestra conclusión por una vía real: no se trata sólo de que las lenguas a la Wilkins paguen un precio demasiado alto a la ontología que las ve nacer o que las nutre como un diccionario de piedra. No se trata sólo de que las palabras se obtengan según una combinatoria que no pueda recoger una infinidad numerable pero organizada lexicográficamente. No se trata de matices. No se trata de sólo la gramática y su especificación formal. Se trata de que no podríamos aprender esa lengua.
Si nos contentamos con pensar que todo lo que puede registrarse forma un conjunto numerable y, en el mejor de los casos, nos las arreglamos para que las oraciones más cortas sean las más probables, las habrá -y muy largas- que correspondan a hechos de probabilidad tan pequeña como se quiera o necesite. Pero deberíamos aprenderlas porque el idioma a lo Wilkins no permitiría un enunciado como "ha sucedido el único hecho del universo con probabilidad igual a 1 partido por 10 elevado a cincuenta mil millones". Naturalmente, no podríamos asignar estas probabilidades, pero es igual porque tampoco podríamos decirlo nunca.
El mero español, el besugo samoyedo funcionan porque se despegan de cualquier ontología y porque no tenemos ninguna que actualmente nos importe demasiado. Observe, por cierto, el lector, que en la presentación de Borges, la ontología de Wilkins clasifica pero no tiene axiomas. No es la aritmética, pongamos por modelo. Esto tiene que ver con la aparición de modelos numerables, difícilmente accesible a través de la mera taxonomía.
De todas maneras, las lenguas humanas cuentan con una ventaja fundamental. Lo que se dice con ellas no significa absolutamente nada. O quizá, le falte algo todavía para llegar a no significar nada. Pero yo no voy a seguir escribiendo.

domingo, diciembre 24, 2006

Palabras completas

El factor aglutinante presente en términos como malqueda o correveidile. Más armónicos que cuando se trata de un verbo y su objeto directo, marginales pero con un prestigio inafectado. Nótese como el sujeto -el agente- no aparece tampoco, al igual que sucede en las expresiones idiomáticas canónicas. Así, se les reserva una fuerza predicativa más católica que comunista, que diría José Ortega.

sábado, diciembre 23, 2006

Sedimentos

En lugar de los niveles de descripcción habituales con su presentación imginaria y vertical, sedimentos. La facultad del lenguaje como mecanismo de desposiciones, término que no olvida el aspecto semántico-conceptual de la mayoría de los objetos lingüísticos de extensión oracional o supraoracional. Sobre cada sedimento -singularizado por un ligero ictus oculi del alma- se seguirían construyendo niveles y cuando hablamos oímos el suelo pelado o la roca madre de algún teorema estimable. Hablamos para cortar de vez en cuando el proceso sedimentario, como el que publicaba libros para dejar de hacer correcciones a lo escrito.

viernes, diciembre 22, 2006

Lotería de las palabras

Optamos por unas o por otras de las que hallamos a nuestro alcance. Las compramos por lo mismo que los décimos de la Nacional: por envidia, por temor a la futura memoria y por la paranoia directa de la numerología de provincias, de la Puerta del Sol, de la Gran Vía o del Pirineo. Generalmente, no nos llevamos ni lo puesto. Ni lo puesto nos llevamos de nuestros trabajosos y negligibles endecasílabos. Aunque acaben en -ado, o en -uta.

jueves, diciembre 21, 2006

Copias

El lenguaje se ve atravesado por réplicas a todas las escalas, pues consiste en estructuras que han de repetirse o construirse sobre otras estructuras cuyo inventario finito (in both senses) nos capacita para la sencilla reproducción.
La sencilla reproducción es procedimiento al alcance de casi todos y afecta al lenguaje escrito no sólo por lo que hace al género del discurso. También alcanza al marco que se le propone (tipografía, maqueta, quiosco). Es decir, la potencia del lenguaje, eso que se llama en algunos mentideros su creatividad, facilita el plagio o el simulacro. El plagio es reproducir no la palabra y sí todo el libro. A veces, adopta la forma de lucha ecológica con ventaja. Erige espejos. Pero generalmente mal.

miércoles, diciembre 20, 2006

Parodia

Todo ahogado en parodia como un sistemas de coordenadas en que no pudiérase ya situar al hablante, ubicuo en todos los demás discursos habidos.
O extender esa sospecha hacia todos los discursos: el que habla es un fingidor, etc., etc. O la verdad es una ficción que finge ser verdad cuando es verdadera. La verdad como ficción más excelente. No en el sentido de superlativa fantasía, dígase que rocambolesco despropósito. Sino como una posibilidad de que la verdad se remate como se remata una torre. Por el único camino, sin esperanza. Desde la decepción.

martes, diciembre 19, 2006

Redes inalámbricas

Tiempo sin atravesar el éter y otras esencias tan rígidas como imposibles, sin percatarme de la singularidad retórica de tan consuetudinarias expresión y realidad. Las redes inalámbricas, al implicar la materia sutil de las ondas hertzianas, se aproximan a la metáfora de la red en sociología y otras disciplinas que nos recuerdan a la gelatina. Propondríamos que no hay otra red que ésa. Que no hay otra cosa que esa red. Incluso nos decantaríamos por el misticismo obsesivo de lo digital frente a lo analógico, que a algunos es lo que les parece más místico, pero sólo según qué días.

lunes, diciembre 18, 2006

Categoría vacía

La voz. La voz llena. Las categorías vacías como manos invisibles que han de ser propiamente regidas. Por hacer algo, podemos convertir a Chomsky, de anarquista, en economista liberal, dentro de un orden.
O podíamos, ya puestos, extender la sospecha y sus saturadas sombras sobre nuestra palabras, sobre nuestros flatos, como para manchar de harina las inaudibles categorías vacías, no las previstas por la teoría, sino otras aún más ocultas, que no determinan la sintaxis, sino lo que creemos pensar, cámara oscura o somnolienta.

domingo, diciembre 17, 2006

Ambigüedad circunstancial

O adverbial: -¿Por qué vienes? -¿Me preguntas por la causa de mi venida o por el objeto que voy a transportar de tu allí para mi aquí de antes?. Esta ambigüedad se ha celebrado en chistes antiguos y con calambur: -Buenas, soy paraguayo y vengo para pedir la mano de su hija. Sorteando la sinécdoque, observo que no dejo el verbo venir. Por otro lado, la causa se metamorfiza (en una cierta sinécdoque conceptual o categorial: quid? quomodo? pou? agapimú?) en otra serie rapsódica de circunstancias: las que no acabaron de domeñar ni Aristóteles ni Kant ni el Scattergories.

sábado, diciembre 16, 2006

Mora

El prestigio de lo que no estamos acostumbrados a distinguir. De lo que no suena o no nos suena. La mora y la música lejana de misteriosas teorías prosódicas. Un haiku sutil con el cierre de las sílabas. La música de las moras que tal vez se asome en octosílabos suaves como un martinete borrado en la garganta.

viernes, diciembre 15, 2006

Hacerse anárquicas lenguas

En el principio era el verbo: Imaginemos, no obstante, que lo primero de todo fue el adjetivo, categoría tan distinta en su lógica que en su -así digamos- implementación gramatical según las lenguas.
Supongamos, pues, que primero fue el adjetivo lógico. ¿Cómo surgió el primer pronombre, esto es, la primera constante individual o la primera variable? Supogamos que primero fue el adjetivo calificativo al estilo de nuestras gramáticas. A esos arquetipos les sucedería lo que a los objetos en la programación, que una vez definidos hay que crearlos. Pero se supone que lo primero era lo primero de lo habiente, de lo creado por así seguir diciéndolo. Da la impresión de que a ese universo de cualidades le faltaría impulso y contundecia. Es difícil imaginar un adjetivo que pueda utilizarse como interjección. En el principio fue, pues, un ¡caray! o hasta un ¡cáspita!, o un "!". O, como esto no es tampoco muy convincente, igual lo que no hubo es principio.

jueves, diciembre 14, 2006

Máxima entropía

Suponemos que lo que oímos nos proporciona la menor información posible, y eso para obtener la mejor (la mayor) información posible. Interpretaríamos lo oído -sería una manera de escuchar- o lo leído de acuerdo con tal estrategia. Seguramente somos máquinas que aplican un acercamiento bastante diferente: nos fijamos en una parte de lo que se nos dice y la interpretamos porque y tal como ya lo habíamos hecho antes. Si es posible, ni nos fijamos en el resto de las palabras. O lo que sean.

miércoles, diciembre 13, 2006

Divinas palabras

Es razonable pensar que la distribución de la longitud de las palabras se halle desplazada hacia la derecha cuando se consideran las palabras del diccionario frente a cuando se consideran las palabras en los textos: en otras palabras, las palabras más cortas son más frecuentes.
Otra cuestión es si los textos especializados están más a la derecha de lo que debieran. Suponemos que el reflejo estadístico más básico de la pedantería irá por ese lado. O no necesariamente, pero a una pedantería digamos conceptual expresada en palabras simples algún mérito habrá de reconocérsele.

martes, diciembre 12, 2006

Grafo

Las redes de las palabras y sus improbables islas, pero es seguro que en el mapa nos quedan masas rocosas volando por los aires, sus amarras más bien débiles.
Por lo que se refiere a las terminologías, las relaciones que mecánicamente han de heredar los términos de los conceptos de las teorías probablemente acaben siempre por manifestar alguna querencia hacia terrenos de mayor fantasía: Por procedimientos distintos. Cuando el crecimiento de la terminología está pautado, será por el exceso. Así, en la química orgánica cuando un nuevo nombre es un prodigio de longitud y detalles, dando la apariencia de una partitura que alterna ligaturas y staccati. Como la longitud mínima de las palabras es 1 letra, a los nuevos términos no les queda sino crecer: o en un número palabras (como en la informática) o en letras de la palabra: la química orgánica.
La química orgánica nos ilustrará también sobre el procedimiento contrario. Cuando aparece algo nuevo, suele triunfar un nombre que nos remite a otros ámbitos: fullereno, que a su vez puede crecer -por el imperativo de la especificidad- con Cs, subíndices, guiones y todo el arsenal de la IUPAC.

lunes, diciembre 11, 2006

Específico

Con las oraciones de relativo es de esperar que suceda lo que con los adjetivos. Tomamos un caso de Ángel Viñas:
Esto tuvo consecuencias, hasta ahora no destacadas en la literatura
Apareciendo como aparece esta frase en una nota al pie, es muy posible que el lector la lea descuidadamente, como si leyera:
Esto tuvo consecuencias hasta ahora no destacadas en la literatura
Pocas cosas más distintas. En efecto, con su coma el historiador da por delimitadas (sin perjuicio de que hayan de concretarse) tales consecuencias. Sin la coma, no se excluye que algunas consecuencias sí hubieran sido destacadas en eso que se llama la literatura.
Aparte de lo dicho -tan sabido-, y más importantemente, la coma de Viñas es un jalón poderoso en la polémica, subraya, fortalece las consecuencias de esto de poderosísima manera: Casi como si dijera que, de importantes, no hace falta ni recordarlas pues el lector industrioso podrá establecer cuáles son éstas y de qué modo merecen ser destacadas e incluso por qué no lo han sido previamente.

domingo, diciembre 10, 2006

El epíteto

Nuevas llaves en lugar de llaves nuevas: "Las nuevas llaves se pueden recoger en...". El adjetivo nuevo es peculiar (nuevo, grande, bueno, ...), pero, si colocado delante, antepuesto, hipostatiza.
Es como decir que, dado un conjunto, cualquier operación que preserve su extensión crea una totalidad atributiva, una que ha incorporado la información léxica del adjetivo. Ya sea una individual (el valiente caballero), ya sea una colectiva (la tabla redonda o la cuadrilla que iba cabalgando por esos mundos, cuando el mundo era ancho en sentido lato).

sábado, diciembre 09, 2006

Desviación al epíteto

¿Se observa cada vez más frecuentemente el desplazamiento del adjetivo a la izquierda del sustantivo? ¿O, incluso, alguna marca sutil que convierte en epítetos los que debieran ser especificativos y así, de seleccionar la referencia pasan a subrayar su ejemplar más representativo?
Epíteto más sustantivo cosifica o presupone una totalidad de estructura dudosa salvo por la ideología. El cognitivista diría que sólo recuerda el prototipo de la clase. Epíteto más sustantivo hace sustantivo. Y eso invita a la metafísica.

viernes, diciembre 08, 2006

Vejez de la lengua (subjetiva)

Con la edad les vemos perder la competencia en su segunda lengua o aparecen extrañas interferencias no perfectamente diagnosticables.
Por la edad (o no, dada la perfecta correlación entre su edad y la del mundo y la del precio del periódico), nuestro amigo catalán muestra un castellano errático en el que nunca incurrió. ¿O somos nosotros los que hemos desarrollado una hiperestesia reductiva con inflexiones de la paranoia?
Tenemos el ejemplo vagamente análogo de portavoces como la infinitesimalmente añorada (en ese papel) Rosa Conde: la torpeza oratoria como supremo recurso, barricada perfecta.

jueves, diciembre 07, 2006

Histoire, récit, narration

La verdad de un relato habita un territorio bamboleante y complejo, enclave o exclave, pero nunca lo ha de habitar poéticamente, que nadie sabe qué coño es eso.
La verdad de un relato es un residuo sólido y, a veces, despreciable y a veces, lo que es peor, resistente a todo análisis. Esa verdad es sólo el tiempo que nos ha hecho perder tal análisis, llevado a cabo con voluntad o desganadamente.
Ese tiempo es una verdad como un grano de mostaza o, más bien, como un grano de mostacilla o como un perdigonazo en salva (en salvas) sea la parte.
Abilio Boronat, Heidegger para vascofranceses, Ediciones Aitalur, Donostia, 1989.

miércoles, diciembre 06, 2006

Constitución

Un reconocido ejemplo de la presencia del sujeto de la enunciación. La constitución no constituye. Una realidad previa se constituye o hasta se conforma.
Por lo demás, lo que se dice no son enunciados de hecho, sino con voluntad asintótica. Pero lo que enuncia es síntoma también del sujeto. Y lo es lo que desenuncia.
Quizá el sujeto se compromete tanto con lo que enuncia, que el aflojamiento de los enunciados previos le quebranta irremediablemente. Como si se hubiera signado en un espejismo.

martes, diciembre 05, 2006

Mucha ilustración

En El correo, el catedrático y académico de la vasca, Henrike Knörr reclama (Euskera y elegancia) la mayor elegancia del el euskera, caracterizado por tal pero -al parecer y, por ello, también la echa de menos- más bien en su pasado.
Pues comienza con el pretérito perfecto su discurso sobre la elegancia, "[e]legancia que ha sido norma general en nuestra literatura, y en todo el pueblo, independientemente del dinero o el poder de cada cual. Norma general y ejemplo a seguir. Certeramente dijo Kirikiño (1866-1929) que el euskara debía llevar sombrero."
Inmediatamente, añade Knörr que "[e]sta elegancia es la que nuestra lengua necesita." O sea -según indicamos-, que la ha perdido, o no la tiene toda, si bien parece ser que lo que verdaderamente necesita es la necesidad misma: "A menudo se habla de que el euskara debe ser obligatorio. Yo preferiría que fuera necesario. Y necesario para vivir y sentirse persona humana en este país, y allí donde haya gente vasca." Tras otros raciocinios, concluye nuestro autor con unas consideraciones sobre la que sería más pureza que elegancia:

Poesía, elegancia. Y mucho trabajo individual y colectivo. El euskara no puede ser euskañol ni franvasco. Estemos abiertos a todos, pero cuidando nuestra riqueza. Ya ha empezado, por ejemplo, esa idiota tormenta de Zorionak por todas partes. Pero Zorionak es un castellanismo como una catedral, traducción servil de 'Felicidades'. ¿Basta! Felicitémonos en los próximos días navideños con 'eguberri on'. En los cumpleaños digamos 'urte askotako' o 'anitz urtez'. Y si alguien merece nuestro elogio, digamos 'bejondeizula' o 'goresmenak'. A cada lengua lo suyo. Con elegancia. Con respeto.

La norma como fantasma y fantasma de nosotros solos. No extraña el desvelo de un filólogo por la preservación de una norma que no discutiremos, y nos causa admiración (no diremos de qué clase) que se plantee tan titanesca tarea, situado el vasco como está entre lenguas fagocitadoras. Tarea facilitada, eso sí, por su más bien burdo cambiazo de lo que, en términos kantianos, debía ser reino de la libertad por reino de la necesidad: O esukera o simio, se diría que es la ensoñación de Knörr. Ensoñación sin la cual, la elegancia por la que suspira se nos antojaría sólo tenuemente provinciana, isidril, pero que no pude dejar de sonarnos a otros ecos que, sin duda, estarán muy distantes de los espejos donde quiere mirar tan ilustre lingüista el futuro de la lengua vasca.

lunes, diciembre 04, 2006

Armonía

El lenguaje añade a su plano horizontal, alguna consideración vertical y simultánea que se une a la melodía sintagmática. Pero esa armonía del eje paradigmático será sobre todo de carácter semántico: donde digo digo, digo unas cuantas otras cosas. Pero los significados consuenan o disuenan según difíciles leyes que tienen que ver con todo lo demás que ya se ha dicho o que está por decir o que se dirá: la disonancia semántica es redimible.
Pero esa ha sido precisamente la suerte de muchas artes en la época contemporánea: redimirse por las comillas, hacer que la contradicción se anule en la cita, que ni la arquitectura se sujete a la gravedad. Que eso suceda incluso cuando las comillas aparecen citadas.

domingo, diciembre 03, 2006

Firma

La firma es el mensaje. O el mensaje es la firma. Hemos asistido últimamente a acciones firmadas, puede que con firma falsa, pero firma al fin y de rúbrica subrayada. Véase el caso del polonio 210. Lo de menos es matar a alguien o que alguien muera. El protagonista es el instrumento. Hablamos de la primera categoría: puñal, veneno, corbata colombiana o paraguas búlgaro.
Como el sujeto de la enunciación, el sujeto asesinador. Pero siempre apuntando a lo magno o a la magnificación. Para dificultar el facilitado ex ungue. Aut leonem aut felem.

sábado, diciembre 02, 2006

Lonely words

O palabras también endógamas y de difícil o reducida vida social. Palabras que se ven siempre con las mismas pocas palabras, palabras de reducido mundo social. Pero quizá anhelen una semántica aventurera. Algunas de estas palabras relativamente solitarias son propias de la gastronomía. Échenle la culpa al cocinero.

viernes, diciembre 01, 2006

Diseño de experimentos

Cuando se trata de una intuición más profunda y no sabemos qué clase de engaño es ése, entonces qué nos queda. Experimentar con algo así como nada. Como que no se puede explicar a los sujetos lo que deben hacer, que ningún rasgo distingue un resultado de otro.
Se trata de lo indistinguible plural, a lo que, por si acaso se le acaba por dar una respuesta a lo del apartado anterior, conviene -pese a todo- darle cierto cuartelillo, como si la navaja la tuviésemos afilando. Frente a la navaja de Ockham, la rosa de Coleridge, que estaba en nuestra mano; si no cortando, pinchando por lo menos.

jueves, noviembre 30, 2006

Cuantitativo

Las repetidas palabras ponen a prueba los diagramas, indiferentes; pero el significado está condenado a distribuirse de unas pocas maneras. O, a la inversa, no tendremos otro remedio que encontrarlo –a la larga, sin fijarnos, o según la ley de los grandes textos– donde prescriban las cifras.

miércoles, noviembre 29, 2006

Gramática hamiltoniana

La solidaridad entre una palabra y las próximas, determinada por las reglas de la sintaxis. Alternativamente, los principios del minimalismo, que no pueden ser desarrollados como si fuera cuestión de matemáticas. ¿Dónde definiríamos una mínima acción en una frase? Para hacerlo se multiplican las caras de los objetos sintácticos. Volvemos al mismo sitio, en plan Cuatro Cuartetos.

martes, noviembre 28, 2006

The occurring of those phases in the text

Pues hemos sacado aquí el asunto de la música últimamente, y reincidentes, ¿cuánto tardará en visitarnos Ray Jackendoff?
[NOTA: Con esto, ¿ha salido ya Ray Jackendoff o pas encore?]

lunes, noviembre 27, 2006

Adjetivos como sustantivos

A los extensionalistas, los adjetivos tomados como sustantivos les hacen felices: "Make my day", they say. Los elefantes blancos son la intersección del conjunto de las cosas elefantes y del conjunto de las cosas blancas. Esto funciona también con el epíteto famoso: El conjunto de las hermosas muchachas es la interesección del conjunto de las muchachas hermosas y de las entidades hermosas, intersección que -lógicamente- coincide con el primer conjunto.
Pero la operación implicada no es commutativa. El ejemplo es sencillo y ha sido discutido por muchos: Los animales grandes pequeños no son los animales pequeños grandes: Una vaca no es una rata, ni viceversa.Un gran libro menor no es un pequeño gran libro. En fin, aquí puede dudarse de la sinonimia (que nunca extensional) de los adjetivos. Notemos que el conjunto de las cosas pequeñas, etc. se define según el conjunto con que se vaya a -supuestamente- intersectar. Una ballena pequeña no es un animal pequeño. Y un animal grande puede resultar ser un cachalote pequeño. Pasa también con los sustantivos: Un proceso de paz no es una paz de proceso, si se permite la referencia. Del mismo modo que una sociedad de hombres libres no es una sociedad libre de hombres.

domingo, noviembre 26, 2006

Que siga la música

Ahora preparemos una escritura de una palabra con la capacidad que puede encontrarse en los símbolos de una partitura. Un ejercicio para comprender qué es cada cosa.

sábado, noviembre 25, 2006

Música

La música provee de analogías, hasta a sí misma -del pentagrama a la ejecución- , por el camino del aflojamiento. La partitura es un ideal que sólo abre algunos caminos a la interpretación, a la del músico, me refiero, auqnue estos algunos sean infinitos. Así, de toda teoría a la realidad a la que se refiere hay conexiones mucho más acomplciadas, mucho más aflojadas; pues si decimos que la semántica de la partitura es su interpretación, veremos que ésta no se puede escapar de los parámetros representados allí: tono, tiempo, compás, qué sé yo... El pentagrama no agota nuestra percepción del sonido, tal vez sí nuestra capacidad de lectura. La teoría del lenguaje o la gramática son otra cosa. En cierto modo, la escritura agota nuestra percepción de una voz imaginada; en otro sentido, agota también nuestra capacidad de lectura. Cuestión distinta es que no podamos imaginar las voces, que el libreto no sean los actores o los cantantes, etc.

Música

La música provee de analogías, hasta a sí misma -del pentagrama a la ejecución- , por el camino del aflojamiento. La partitura es un ideal que sólo abre algunos caminos a la interpretación, a la del músico, me refiero, auqnue estos algunos sean infinitos. Así, de toda teoría a la realidad a la que se refiere hay conexiones mucho más acomplciadas, mucho más aflojadas; pues si decimos que la semántica de la partitura es su interpretación, veremos que ésta no se puede escapar de los parámetros representados allí: tono, tiempo, compás, qué sé yo... El pentagrama no agota nuestra percepción del sonido, tal vez sí nuestra capacidad de lectura. La teoría del lenguaje o la gramática son otra cosa. En cierto modo, la escritura agota nuestra percepción de una voz imaginada; en otro sentido, agota también nuestra capacidad de lectura. Cuestión distinta es que no podamos imaginar las voces, que el libreto no sean los actores o los cantantes, etc.

viernes, noviembre 24, 2006

Rima

La rima inadvertida, la asonancia süave, o quizá algo más grave. La rima nos conduce con la precisión de una curva de nivel en poblado al inacabado asunto de la naturaleza de la sílaba y su perfil montañoso, pero nunca con llegada en alto.
La rima, que la asociamos con finales y cadencias y que la asociamos también con la contundencia de las verdades viejas, ya lo neguemos en nombre de Hermógenes. La rima, que nos despierta expectativas que no son sólo de los sentidos y que crea sentidos asombrosos de la restricción que impone, pues, por ilustración, hemos de comer algo que acabe en ambo.
La rima, que nos consuela de alguna monotonía de las sílabas al precio de olvidar los matices misteriosos.

jueves, noviembre 23, 2006

Zipf

Las aplicaciones de la ley de Zipf y su distribución hiperbólica. Contemos el número de veces en que se ha aplicado o intentado aplicar dicha ley a un dominio dado, a otro, a otro... Demos a los dominios números ordinales según las más o menos aplicaciones y coloquemos los correspondientes cardinales en abscisas. En ordenadas, hemos de poner justamente ese número de aplicaciones: Una hermosa distribución hiperbólica o algo que se le parece: la ley de Zipf, again.
Pero lo anterior debe de ser falso. Redefinamos las fronteras entre los dominios para que todo encaje. Así procedemos siempre en nuestras operaciones y, probablemente, la naturaleza en sus operaciones, secretas. Así puede funcionar la percepción y la memoria.

miércoles, noviembre 22, 2006

Compromisos adquiridos

Como lo que declaramos, como el no callar, que nos obliga, de la misma manera crea cada nueva palabra sus obligaciones sintácticas, morfológicas o semánticas a la palabra nonata que le seguirá. Por suerte deshacemos a cada tanto el agobioso nudo. La gramática son las reglas para liberarse de esa sujección. Cómo hacer que un término deje de regir.
Así también queremos, infantiles, que se cancelen nuestros compromisos, just like starting over, como si eso fuera posible, como si los plumazos del capricho nos liberasen de todas las ataduras a las que nos llevó nuestra imprudencia o ese otro nombre de nuestra imprudencia que es el azar. Pero si ahora volvemos a la gramática, ¿no será ésta también arte, facultad pueril, una amnistía de nuestra insolencia de facto? Por eso será que los niños son los que aprenden las lenguas.

martes, noviembre 21, 2006

Tematología

La tematología y la memética de las formas. La imitación a la historia natural, transitivamente a un tema y a una forma de probado temple. Pero las metáforas no son nunca intrínsecamente verdaderas y no conviene estirarlas.

lunes, noviembre 20, 2006

El prototipo en la cucaña

Debemos a Acebes la más encucañada ocurrencia del prototipo encucañado. No se trata de que el prototipo sea el centro de un dominio que, hacia sus márgenes, va siendo habitado por patos y palomos cojos o sin plumas. Nos fijamos ahora en el cultivo de clases que se representan por su elemento más extremado: una monopolaridad que nos recuerda a una cerilla. Es el caso de la noción de "progre". Esta semántica del representante supremo -una clase se representa por la exacerbación de las cualidades que comparten sus miembros convenientemente sustantivada- se acopla bien a las historias, a las homilías, a las polémicas en que un polemista se entretiene en censurar caricaturesco a la caricatura de su oponente. Como si, así tantas veces, tal cosa fuera necesaria.

domingo, noviembre 19, 2006

Acrónimos

Hoy he recibido un acrónimo. Pues hay libros de autor acrónimo. Tantas sociedades mercantiles lo son que no hará falta recordar ninguna. El máser es una masa acrónima. Seguramente también, puede utilizarse como adjetivo prestigioso: romance acrónimo. A muchos tal expresión les parece un nombre propio, les parece bella y no les importa que su autor permanezca en el acronimato.

sábado, noviembre 18, 2006

Words don't come easy to me

El masaje musical de un supermercado nos devuelve imprevisto el éxito de F.R. David. Estamos en la sección de repostería industrial, obviamente. El olfato, sin embargo, no es el punto delicadamente fuerte de esta repostería y no se nos alcanzan los olores de entonces, cuando las madalenas y los mostradores de la panadería parecían, en toda España, los que ya casi ni se ven en algún pueblo o en algún barrio perdido. Esperando la jubilación de sus resignados propietarios. A éstos, las palabras les dejaron. Volaverunt. En sus ojos está la vacía, geométrica tienda, con un Morandi en la sección de refrescos; o bien está el caótico colmado que los esforzados representantes no han dejado de proveer: junto al buey desollado, la esponja y la espuma de Liechtenstein. El visitante ha violado un santuario y sus sentimientos son reprobables, como la piedad infundada.

viernes, noviembre 17, 2006

Matrices

La matriz y sus metáforas no del todo matriciales y que van onomásticamente de personajes a conocidas películas. La matriz representa nuestras operaciones con la precisión del tiempo y sus sentencias. Hubo una época en que ciertas cosas se representaban de otra manera, pero la calidad de la representación multiplica el número de cosas representables y también fabricables. Como decía el poeta, una matriz tensa, profunda y renovada.
También es posible que su aplicación en otros dominios disciplinarios sea una pequeña pamema relacionada con la magia simpática, con los cargo cults de la ciencia.

jueves, noviembre 16, 2006

Ferrata

La figura retórica y de sutil, el tropo de la errata.
Hélice y estrábica lectura que hace volver y revolver
la página como el buey, como el pregonero el rollo que escroto.
La errata, como el porrón, es un trompo feliz de la lectura.

Paulino González Uzcudun, Las Rubachatas de mi disco, Edidiones Urbanas, Lardero, 2005.

miércoles, noviembre 15, 2006

Correlación. Homogeneidad.

Las grandes masas de textos, palabras contadas por Gigas, o por Midas. Una selva de Ramsey para entretenimiento de académicos. Las aplicaciones que los ingenieros encuentran y algún vertigo, como el de los muy grandes números, como -en el mar- el de los grandes peces.

martes, noviembre 14, 2006

Cuatro diablos

Si Christopher Marlowe hubiera sido Frank J. Tipler y si Frank J. Tipler no fuera Frank J. Tipler, Fausto habría ordenado la ejecución de alguna coreografía insensata a diablos hechos de bits o de qubits, porque si la salvación para el cosmólogo y filosofeta andaluz es una vida eterna hecha de éstos y de lentitud, por qué, aunque no prevalecerán, no habrían de danzar diablos hechos de síes y noes. O más bien, sólo de noes, por seguir en plan faustino.

lunes, noviembre 13, 2006

Ambigüedad

A es B, ó A guarda tal relación con B. Por ejemplo, Juan es hijo de Pedro. Supongamos que se nos puede aclarar bien de qué Juan se trata, bien de qué Pedro, pero no se nos pueden aclara ambas cosas. En la situación más favorable, podemos utilizar argumentos lógicos o probabilísticos para tomar una decisión que nos permita, producida una desambiguación, apostar confiadamente por cómo será la otra y, en consecuencia, por la interpretación correcta del enunciado. De un lado tenemos lo que conozcamos acerca del universo del discurso; por otro tenemos la relación de la que habla el enunciado.
Así, por ejemplo, si sólo hay un Pedro preguntaremos por Juan. Si hay dos Pedros, pero uno de ellos es sólo diez años mayor que el menor Juan, convendrá preguntar más bien por los Juanes.
Pero las situaciones en que saber de A no aumenta nuestro conocimiento de B, las situaciones de independencia para un universo de discurso y una relación dada, ¿admiten una estrategia mejor que otras? En principio, no parece. Puede idealizarse la situación con la que se tiene con la extracción (siempre con reemplazo) de una bola numerada de una bolsa con veinte bolas y otra de otra bolsa con otras veinte. Fuera de nuestra vista, se han realizado las extracciones y estamos obligados a acertar las dos. Obviamente, si se nos ofrece la ocasión, conviene hacer una pregunta; nuestra incertidumbre se reduce en un factor de veinte.
Supongamos que con los mismos pares de extracciones, se da a dos personas separadas la posibilidad de hacer una pregunta sobre cada extracción. Si después de un número de pruebas se les permite comparar suocimientos respectivos, tendrán un conocimiento total de una extracción determinada cuando hayan preguntado por resultados de bolsas distintas. Se abre obviamente la perspectiva de utilizar la lista de resultados para comunicar al colaborador qué bolsa elegir en una serie psoterior de extracciones: “Elige siempre la segunda que yo elegiré la primera”. Desde luego, la cosa es difícil, pero más si el mensaje es sólo una lista de números –los de las bolas- y no se indica por qué bolsa se ha preguntado. Si hay coincidencia, es que se ha elegido la misma bolsa (la mitad de las veces en promedio) o que las dos bolas tienen el mismo número (un 5% en promedio, aunque obviamente pueden darse las dos circunstancias simultáneamente).
Si sólo hay un experimento y podemos echar un vistazo a una lista de resultados de una y otra bolsa, esto es, una lista con uno o dos números del 1 al 20 repetidos en su caso, una segunda lista dará una información suficiente –y con gran seguridad, redundante- con tal de que no coincidan todos los turnos de las bolsas pedidas. Lo que debemos hacer es pedir echar un vistazo a un par no coincidente si lo hay.
Volvamos a las frases esquematizadas al principio. Si un número de individuos pueden solicitar independientemente una desambiguación y lo hacen al azar para mejor evitar el triste caso de que todo el mundo pida la misma desambiguación, deberemos reunir a dos de ellos cuyas informaciones no coincidan. Si no los hay, nos basta con uno.
¿Funciona tal cosa o cosa análoga en la comunicación normal y corriente entre personas? Observemos que nuestra situación simplificada no es muy distinta de la que se da cuando una interpretación frente a otras se extiende en un colectivo. En efecto, podemos analizar este caso como uno en que las decisiones individuales se hacen sobre el conocimiento de las interpretaciones dadas en un entorno (social, se entiende) de cada sujeto. Puede pensarse que un individuo prefiere optar por interpretaciones que comparte con una mayoría de sujetos (sin perjuicio de que, en ocasiones, sea coveniente a los efectos que sean una estrategia "excéntrica" de oponerse a la mayoría).
Sin embargo, estamos hablando de interpretaciones coherentes que se refieren a desambiguaciones de múltiples referentes y, sobre todo, no tanto de la extensión de una interpretación como de su primera aparición. Podemos pensar que los sujetos se apunten a la primera interpretación completa y coherente disponible o, en cualquier caso, podemos admitir que la interpretación que "llega primero" parte con ventaja en la competencia con otras por la extensión. Es clave entonces que una primera interpretación completa aparezca. Una vez producida esta, su difusión puede responder a un modelo como el aludido.
El requisito de que la interpretación sea completa no es demasiado exigente. Es algo para lo que los humanos tenemos particular facilidad. Por otro lado, es razonable pensar que no todos los individuos pueden desambiguar todas las partes del mensaje con la misma facilidad, ya sea pretendida. La completitud es tarea colectiva, pero obsérvese que esto facilita más que dificulta la rápida difusión de la interpretación. Además las interpretaciones unívocas de los referentes rara vez será mutuamente independiente, independientemente de su verdad o falsedad. Y es que somos unos chismosos.

domingo, noviembre 12, 2006

Template

Las plantillas que desean aprisionar al universo por el camino de dudoso pavimento del lenguaje. Las legiones de lingüistas que se entregan a un juego milenario. Las plantillas como las mujeres en el comentario del personaje cómico (masculino): no se puede con ellas, ni sin ellas.

sábado, noviembre 11, 2006

Afectados

El discurso de los afectados es en algunos casos razonable o heroico. En otros casos se aproxima meteórico a la asíntota de la conspiración. Pero todas las teorías conspiratorias tiene un principal alimento. A saber, que la causa o el agente de todas las conspiraciones sea uno y la misma. Un humilde inversor piramidal no puede permitir que la pérdida de sus 45000 euros no tenga que ver con el asesinato de Juan Prim o con la caída de Jericó. Todo conectado con todo, la piedra de toque de la sinrazón.

viernes, noviembre 10, 2006

Proceso

No pocos manifiestan, ante el sintagma "proceso de paz", sus prevenciones hacia lo de paz. Yo las proclamo ante lo de proceso, y no por que me acuerde de Joseph K, que no me acuerdo. Con el proceso, no la toques más que así es la cosa, hemos sacralizado a la republicana los secretos de Estado y sus movimientos alpinos. Hemos dotado de objetividad radiactiva a un relato virtual al que los humildes mortales, ya seamos pájaros de cuidado o simples incautos, sólo podemos perjudicar, desviar de su ascensión hacia un paraíso como de los santos de los últimos días.
Independiente de los actores que deben serlo en democracia, con la verdad cósmica de una esfera bruñida que nuestros comentarios o inquietudes sólo pueden mellar, en su altar, el proceso viene acompañado también de los consiguientes y consecutivos expertos. Oiga usted, las grandes batallas eran sólo estreñimiento a la espera de un facilitador. Una ideología de todo está controlado y no importa que no hagamos nada. Es el reverso o el simple derecho de la tesis de que dado lo determinado de la revolución, podíamos seguir dejando pasar el tiempo, que es lo único que el tiempo suele hacer. Ahora es todavía más fácil: el republicanismo ha desembocado en la política de la confianza ciega, estúpida, en el hada madrina.
Si el proceso es la simple maduración del perdedor, como piensa los optimistas, casi todo será aceptable, señora baronesa; pero nos tememos que la hipóstasis del proceso descabalará los papeles y las posiciones, la definición de cada parte. El proceso permanecerá; nosotros nos habremos ido. Disueltos.

jueves, noviembre 09, 2006

Quick eyes

Doscientos mil ojos son más rápidos que dos, y doscientos mil ojos y cien mil gargantas también lo son. De lo que deducimos que la percepción no es ajena al convencimiento, alimentado por el saberse multitud. O, un poco más allá, la percepción resulta siempre de un plebiscito. Y que percibir tiene algo de las cien mil gargantas protestando una decisión arbitral. Como me estoy poniendo conexionista, lo dejo.

miércoles, noviembre 08, 2006

Prosodia azul

Hablar en azul como rapsodiar en azul. Pero la rapsodia del músico tiene su sistemática; como diría coriámbico un Polonio: tiene su aquél. Subrayar el instrumento solista de entre los disponibles. O, al menos, comenzar con un subrayado un tanto retorcido. Que esa prosodia se enarbole en una estructura de retornos vagamente expectables pero siempre inesperados. Una prosodia como de terreno ondulado y súbitos saltos, una prosodia para que todos sepan que the speaker is here to stay.

martes, noviembre 07, 2006

Chinese foxes

Con una tea atada a la cola, corre la raposa. Palabras que siempre nos llegan, incendiando el discurso, como ajenas a sus compañeras y a toda intención propia. Palabras que sólo pueden ser irónicas, que con tal marca de fábrica se registran en los diccionarios, aunque sin particular pesadumbre. Palabras sin discurso natural, recto. Tal vez por suerte. Palabras para 233 Celsius o 506 K.

lunes, noviembre 06, 2006

Epíteto. Referencia

Un epíteto que restringe la referencia. Una referencia que puede ser restringida con un epíteto. Precedido de artículo determinado, se entiende. Los espantosos silencios. Los silenciosos espantos. La estructura quiásmatica activar suele la restrictividad extensional del adjetivo.

domingo, noviembre 05, 2006

Etimología y otras chispas de la vida

Quienes pretenden revelar los extraordinarios secretos del ser por la etimología, acaban todos prefiriendo las etimologías probadamente falsas. Algunos porque creen que eso distingue con ventaja su verdad de la mera verdad positiva. Otros, por el afán de corregir al mundo.

Joel María Hauptmann Contreras, De un catálogo apócrifo de aforismos dudosos, Cartagena, 1887

sábado, noviembre 04, 2006

Shift

Las mesas de ocho comensales. Especialmente adecuadas para moverse de lengua a lengua, dentro de lo que podemos. Carpintería lingüística. Algo mucho más sensato que la llamada ingeniería.

viernes, noviembre 03, 2006

Licencias cinematográficas

Ante el muy recomendable Hablando de física a la salida del cine de Antoni Amengual Colom, nos preguntaríamos si la física no es precisamente la matriz de todo el cine, o de varios, por lo menos, de sus géneros.
Así, Extraños en un tren es una trivialidad que se carga de significado con la teoría especial de la relatividad, que consiste en decir que los pasajeros de los trenes y los jefes de estación no son nunca extraños entre sí porque las mismas leyes y sus correspondientes transformaciones identifican lo que unos y otros pueden decir.
La mera relatividad galileana nos iluminará (paradójicamente) La diligencia. En cuanto a los sistemas de referencia en rotación, su estudio nos proporcionará las claves de la absurda táctica piel roja de cabalgar en círculo alrededor de los fuertes o de los reductos rostro pálidos.
Por último, por no dejar aparte la teoría general de la relatividad, es ésta la que nos hace ver la importancia de una película como Los hermanos Marx en el Oeste: las trayectorias disponibles dependen de la distribución de materia entre el ténder y el fogón: "¡Más madera!"

jueves, noviembre 02, 2006

Entrar violentamente en un lugar

Según no pocos medios, hablados y escritos, lo de Ciutadans etc. ha sido irrumpir, no sabemos si en la política catalana o en el parlamento. Tal vez se confunda violentamente con súbitamente, o con algún otro adverbio menos ruidoso y que no haga pensar tanto en alguna soldadesca crepuscular como hace pensar el primero.
O tal vez esos medios se apunten a la notable opinión de que aparte de los cinco de la fama, todos los demás sobran.

miércoles, noviembre 01, 2006

Incongruencias

Comparaciones en dimensiones que no coinciden. Estructuras como sirenas: "Vamos tanto a a vigilar el cumplimiento de lo previsto y también a exigir que la calidad alzanzada sea alta". Cosas de ese tipo. Luego las estructuras implicadas, que producen las mitades que así se empalman se han agrupado de algún modo o se han neutralizado de algún otro.

martes, octubre 31, 2006

Rumores

El rumor, tan biológico. Que tanto incrementa las tasas y los ritmos de reproducción de los relatos, que así alcanzan -mutación mediante- los debidos equilibrios.
El rumor, que rompe esos equilibrios porque, magníficamente performativo o quizá inane, dibuja un nuevo espacio donde el equilibrio deja de serlo para tener que definirse, de nuevo, en apenas númeras dimensiones.
El rumor, tan de Alfred Tarski. Tan igualmente verdadero si p y también si no p.
El rumor, plus ultra. O, por decirlo a lo Lightyear, to infinity and beyond.

lunes, octubre 30, 2006

Cada uno en su sitio

Roberto Palomar en Marca:

¿Volverán a recibir en Barcelona a Mourinho al grito de ¡Traductor, traductor! o ya le tienen más respeto?

domingo, octubre 29, 2006

Tradúctil

A modo de explicación de los místicos y de los monserguistas. Una realidad donde todo se relaciona con todo, donde todo es todo y cada parte es cualquier todo. Digas lo que digas y traduzcas como lo traduzcas, has nombrado a lo innombrable, que es lo único que siempre se nombra. Los platillos volantes y sus psicofonías. El aficionado a los misterios es un AGSF, agente gnoseológico sin fronteras. La necedad no tiene límites, in both senses.

sábado, octubre 28, 2006

Fuzzy, fizzy, and fishy

El capitán cerraba el turno de explicaciones siempre con un "Ni sí, ni no, ni todo lo contrario". Si lo contrario era lo contrario de lo anterior, encontrábamos dificultades porque tendíamos a suponer que debía ser (o no ser) contrario a cada una de las dos partes de lo que aquello constaba. Pero lo contrario de "ni sí, ni no" en bloque, pensábamos, había de contradecir también a que no juntos el sí o el no, lo que suele ser verdad y moneda siempre acertada. Sin embargo, hay aquí un pequeño agujero negro gramatical (1) porque las palabras del capitán obtenían su fuerza de la torsión de la paradoja, la cual implicaba que el tercer "ni" se bifurcase hacia los dos "nies" anteriores.
El capitán buscaba que nos introdujéramos en los intersticios. O tal vez decía "no diré nada, porque ustedes se entretienen investigando el modo de cogerme en un renuncio. Naturalmente o es sí o es no, aunque puede que sea así o puede que no".
El capitán entonces denunciaba que en la Plana Mayor sólo había ociosos y recordaba extraños casos de mensajes cifrados que alguien, algún misterioso protagonista de mejores reemplazos o promociones, había revelado como sin quererlo.
(1) "Ni sí, ni no": nop & noq; pero con nop & no nop, tenemos nop & p. Si a esto se añade lo que seguía, obtendríamos: nop & p & nono(nop & p): nop & p & (p & nop), lo que no es ni énfasis en la contradicción. Si la contradición la expandimos así: nop & p & nonop & nop, llegamos a lo mismo: nop & p & p & nop.

viernes, octubre 27, 2006

The Voss

La antonomasia vossiana por antonomasia. Tropo por antonomasia. Fittipaldi. Pero pinkfloyd es un tropo por saturación del color y otras virtudes a veces dudosas.

jueves, octubre 26, 2006

Metonimia

La metonimia es propia del cuerpo, pero la metáfora es propia del ojo. La metonimia es de la contigüidad, pero la metáfora es de la contigüidad en el espacio de las representaciones. La semántica cognitiva espera a su Hamilton, aunque para lo que iba a servir...

miércoles, octubre 25, 2006

Frederico

Hoy me he levantado nietzscheano. Más exactamente, me he puesto nietzscheano al lector el correspondiente capítulo de la Historia de la crítica moderna de Wellek. En homenaje al mito del ergódico retorno, lo he leído unas cuentas veces en estos últimos quince o veinte años o qué sé yo cuántos (¿cómo contarlos desde la hipótesis aludida, una vez que ha pasado mucho tiempo, o sea nada?).
Wellek gusta de salpicar sus estudios de citas de apariencia inconexa, como si oyéramos una orquesta sinfónica con los ojos. Aplica el tratamiento con especial fruición a gente como Nietzsche o como Coleridge, flor de incoherencia.
De Nietzsche hoy nos quedamos con el estructuralismo dionisiaco, que diremos. Fíjese el lector en que las oposiciones binarias parecen, sobre todo, una prefiguración hiperapolínea del AutoCAD. Pero la oposición entre apolíneo y dionisíaco es una barra dionisíaca, un tirso que brota y que gotea un vino –para qué nos vamos a engañar– que está picado.

martes, octubre 24, 2006

Liga es liga es liga

Una liga sirve para generar novedades, noticias, revoluciones casi cada día. Es un invento noticioso. Los ciclos sirven para eso, pero la liga aporta los necesarios signos hebdomadarios para que se extienda la especie de que el mundo muta que es una barbaridad.
Es cierto, no obstante, que la llamada prensa rosa no necesita de calendarios federativos para disfrutar de similares y reversibles climaterios, pero el fútbol es como los números reales: no deja huecos, lo llena todo.

lunes, octubre 23, 2006

Tropológicas

Para una teoría de los entropos. Se supone que van desgastado el lenguaje, en particular el léxico, el de una lengua o los de todas. Las mutaciones del significado por vía metonímica o metafórica, precisas para que el léxico funciones y para que las lenguas funcionen, se ven como una avería en un lenguaje universal de entropía cero. En el siguiente sentido: cada signo se refiere a una realidad y cada regla que combina signos a una relación u operación entre las cosas. Cada cadena de signos es un macroestado que en estos tiempos postbabeloides ya no se refiere a un único microestado semántico, sino a miríadas de ellos. Solemos encontrarnos con que cada palabra que oímos se refiere a más y más cosas. Más que ayer, pero menos que mañana. También es posible que el problema no sea la decadencia de la lengua sino las ganas de fastidiar que tiene la realidad, que ésas no se le acaban ni se imperfeccionan.

domingo, octubre 22, 2006

Glosas

Las glosas. La glosa del guía y la glosa de la guía. Se tienen tablas y se tiene una desproporcionada propensión al manierismo. Una querencia inocultable. Los visitantes se asoman al pavoroso territorio de la cultura general. O no se asoman. Las últimas visitas del día son testigos de un pastoreo desganado. El rebaño inconexo atiende parcial, nadie sabe si ajeno a todo. Si hoy es martes, esto es el siglo XIII. A fin de cuentas, se trata de que las piedras se pueblen de fantasmas exóticos, como de Nueva Guinea.

sábado, octubre 21, 2006

Nomina

Nombres de actores como nombres de personajes. O de autores, lo mismo. Paul Auster no era el caso, pero con dedicación y método lo ha conseguido. Incluso, con su ayuda, estamos todos preparados para la ficción. Ya sabe el aficionado. Cosas como Rollo Tomasi. Un mundo que acaba poblado de contraseñas y cargas de profundidad. De te fabula narratur.

viernes, octubre 20, 2006

Palabras

A los amigos las palabras les salen con la espontaneidad de una sonrisa en otoño, estación de tonos más cálidos de lo que se da en pensar. Las palabras anudan a los congregados con la fuerza de una mano o de un abrazo. How to do things, etc.

jueves, octubre 19, 2006

Etimología

Superstición de la lengua. El truco para convertir el diccionario en la enciclopedia* de los Masters del Universo**. Cosa de niños, por consiguiente.***
* Y que tiende a verse como una verdad secreta que cortocircuita cualquier otra ciencia.
** Valga la redundancia.
*** O de algo peor: creer que todo el conocimiento está hecho de una sola materia, deleitable como el moco.

miércoles, octubre 18, 2006

Yo sé lo que dicen los periódicos

Opacidad. Contextos que tal vez admitan combinaciones o algún entrelazamiento à l'omelette. O digo que sé qué palabras publicaron los periódicos o digo que sé (y tomo por ciertas las palabras) lo mismo que los periódicos sobre eso de que estamos hablando o digo que sé (y tomo por verdaderas las palabras) sobre el asunto de que se trate algo que justamente, y quizá justamente por eso lo sé, dijeron los periódicos.
Pero lo cierto es que el hablante suele adoptar precauciones: ni una cosa, ni otra, ni la tercera, ... ni la cuarta, si es el caso. Una combinación es lo habitual, el sujeto en una epistemología de líneas de retirada previamente dispuestas como en una dulce retirada al vientre materno. La conciencia se manifiesta en sus escalonamientos. Seguramente, no es otra cosa. Se debe mencionar que algo por el estilo pudo escribir Jimmy Giménez-Arnau, pero no tenemos la cita a mano.

martes, octubre 17, 2006

Petardosiológico

Jordi Hurtado y sus secuaces nos exponen a un curioso fenómeno: Las definiciones del DRAE (y valdrá cualquier diccionario), cuando llegamos a ellas desde la correspondiente voz nos parecen ajustadas o desajustadas, parciales o atinadas. También nos parecen de tal o de tal manera cuando hemos de ir de la definición al definiendum, que se dice. Pero siempre en distintas ocasiones. El ajuste y el desajuste dependen de la dirección. De lo que se sigue que la sinonimia no es simétrica y que es una flecha, nombrar recto como una flecha que traza su parábola.

lunes, octubre 16, 2006

Enseñar a leer

Cuando aprendemos a leer, nos olvidamos de hablar. Pero antes del alfabeto y de la escritura alfabética, el lenguaje goza de una estimable simultaneidad, está menos secuenciado de lo que piensa cualquier sujeto lector.
Algunos maestros son - quizá sin saberlo- partidarios de los ideogramas, de unos símbolos que se componen por mera proximidad, no por sus relaciones según un eje (función casi sólo del tiempo. Función invertible: ese eje produce el del tiempo, dirá alguno ) que los ordena. Lo son a favor de la observación anterior.
La escritura alfabética nos parece, en general, bien secuenciada porque los segmentos que debemos considerar para descifrar un segmento menor están muy estrechamente acotados. Es el caso del español, algo menos lo es del inglés o el francés. Pero el aprendiz se rebela ante la secuenciación. Su perseverancia en el error, su reluctancia a la adquisición del automatisno se nos aparece como una lengua primordial y una conciencia que toma las unidades lingüísticas a puñados, cosa ésta última que diría algún fenomenólogo por la mañana.

domingo, octubre 15, 2006

Perdidos en el recuadro

Buscamos a Roberto por la llamada peatonal. La bicicleta prestada nos convierte en una estampa incongruente en el mediodía del domingo. Pero descubriremos que Roberto ha llegado a su casa tiempo ha. A la bicicleta prestada le falta una cesta delantera estilo Icíar Bollaín. A pesar de tal carencia, pedaleamos alegres. A pesar de nuestra cadencia, no podemos con los periódicos y la barra de pan, y el malabarismo constante preludiaría alguna catástrofe para contento de los despreocupados transeúntes.
Sin embargo, si consignamos estas minucias es por sus guirnaldas de carácter lingüístico. Ya hemos aludido a la circunstancia de que hemos recorrido un conjunto compacto de calles al que se denomina "la zona peatonal", denominación que no ha evitado la bicicleta. Es más, confesaremos que somos ciclistas que rehuímos las zonas no peatonales. Por otro lado, la incongruencia estilística señalada lo ha sido desde un punto de vista de nulo valor. Hemos mirado un punto desde ese punto. Algo así como el escrito que lee y rumia, solo, su autor. El malabarista que recoge sus trebejos ante un jolgorio que, como tal, es cualquier cosa menos disimulable.

sábado, octubre 14, 2006

Lucha de todos contra todos

Las palabras se lanzan como pedradas inconexas pero compactas. Acaban por dibujar la atroz arquitectura del aire o de la asamblea de homicidas. Cómo decir palabras con cosas más bien romas y escasamente tenaces. Siempre hablan las armas, las mejores. Cuando esto no se cumple es que vivimos tiempos de confusión. No sabemos quiénes somos.

viernes, octubre 13, 2006

Roberto

Roberto pasea bajo los plátanos y pronuncia las palabras "estiramos las piernas". Los sinónimos. No estiramos la pata, que es distinto, pero el plural y el singular se han cristalizado en las expresiones idiomáticas. Si estiramos las patas, no es que la diñemos. Si estiramos la pierna, será ballet o stretching. No voy a estirar esta desganada entrega. Los plátanos siempre esperan un abril.

jueves, octubre 12, 2006

Nombres

Tiempos de escasísimas niñas Pilares. Algún freakonomista explicará los volatines miméticos de la onomástica. Las olas y las generaciones que barren nombres como restos de un mundo y que acaban siendo un buen síntoma de la época, pero sin que le aporten mayor sentido.

miércoles, octubre 11, 2006

Declinaciones

A los hablantes del español nos extrañan siempre las lenguas minadas en su casi totalidad como suele estarlo la zona de los pronombres o de los verbos. O quizá somos los que sentimos casualmente la pregnancia de los sistemas casuales. Y yo que llevo más de cuarenta años hablando una lengua flexiva sin saberlo.

martes, octubre 10, 2006

Cifras y letras

Codificamos textos en otras sucesiones de símbolos. La codificación, un ejercicio llamado a descubrir nuestra propia cara. O la propia cruz. O una racha regular, +C+C+C+C+C: o una de mejor aspecto: C+C+++C+CC, etc. Cualquiera señala una que no sea sospechosa. Si descodificamos, los textos resultan todos sospechosos. Eso que añade o quita, aparentemente, la codificación.

lunes, octubre 09, 2006

Dictado

Un ejercicio en que el alumno no siempre distingue el objeto de las señales anejas, metalingüísticas, fáticas. O en el que el dictador no es capaz de dar las señales, también metalingüísticas, que diferencian o preludian a éstas últimas.
Por cierto, señales metalingüísticas para un fragmento del mensaje que cumple una función metalingüística. Así que pasa lo que pasa.

domingo, octubre 08, 2006

Sustancia

Tiene muy mal genio. Admitimos también "tiene mucho mal genio". Como quien dice "tiene mucho malgenio". A veces suena y a veces no: "Hay mucho buen rollo" para un ejemplo con otro adjetivo. Naturalmente, no nos referimos a sustantivos que se apliquen a individuos: "Hay mucho gran genio" como variante diatópico-disastrático-recreativa y, sobre todo, irónica de "hay muchos grandes genios".
La construcción colectiva de una sustancia, que cazamos al vuelo en las palabras que también la han construido, no rompe la composicionalidad: Estábamos hablando de un carácter que es malo o desgradable y lo presentamos como una experiencia común y más que común.
Sí se rompen, o más bien se revisa, las relaciones entre las clases a que nos referimos. En un caso que procura inquietudes levemente oblicuas:"Hay mucho oro falso". Suponiendo que nos referimos a la clase de los objetos contables de oro (Hbalamos más abajo del oro extenso y divisible, pero no contable, lo que nos llevará por otros caminos), no podemos sostener que se afirma que la intersección de ese conjunto con el de los objetos falsos tiene un cardinal estimable o quizá suman una masa considerable. El oro falso no es oro. ¿Nos referimos tal vez a la clase de los objetos falsos que parecen de oro y no lo son? Poco sentido tiene tal cosa, pues son falsos precisamente porque no lo son y lo parecen (y sobre todo alguien pretende lo contrario). Tenemos una sola clase formada mucho antes de que nos pusieramos a enhebrar la oración de marras.
En cuanto a la materia oro y sus partes extensas, no puede el oro falso ser la intersección del oro con lo falso, porque esta intersección es claramente vacía.
Si nos olvidamos finalmente del adjetivo "falso", que alguno dirá falsamente que nos introduce en complicados laberintos semánticos, veremos que la sustantificación nos lleva a dibujar un nuevo universo de discurso, con sus diagrams y globulitos, tan bonitos siempre. A abandonar el antiguo.

sábado, octubre 07, 2006

Metarreferencialidad

El hombre es un hombre para el hombre. Que el segundo "hombre" sea ahora el primero o el tercero; éstos lo que venía siendo aquel segundo. Esto es decir: "Las cualidades del hombre" son un hombre de carne y hueso para las cualidades del hombre. El concepto de hombre atañe como una piedra golpea a la idea de hombre."

viernes, octubre 06, 2006

Diarreferencialidad

A toma el sacapuntas de la estantería. Lleva un lapiz en la mano, pero coge otros dos que están a la mano, mochos. B está sentado al escritorio y hace un ligero movimiento como para facilitar el paso a A:
A: Voy a a sacar punta.
B: Tú le sacas punta a todo.
Nótese que pasamos del sentido recto al oblicuo. Pero B diría luego que es él quien le saca punta, bien que inofensiva, a todo.
Otro caso, diario El País. A la, evidentemente por lo visto, estrella del porno Nina Hartley se le ponen en la boca las siguientes palabras:
"Sólo puedo decir que nunca he cobrado por hacer algo delante de la cámara que no haría gratis en mi cama."
Una aseveración como "sólo puedo decir que nunca he cobrado por hacer algo delante de la cámara que haría gratis en mi cama" se referiría, en el contexto, a una actriz porno muy industriosa en todos los capítulos de su vida o a una digamos que actriz porno del método o a una que no cobrase por su trabajo.
En cambio la frase atribuida a Nina Hartley vendría a significar que nunca ha realizado algo (o nada) desagradable para ella en su trabajo. Obsérvese, pues es lo interesante, que tal significado se obtiene mediante la introducción del "no" en la oración de relativo ya tan subordinada cuando aparece. Si se piensa en una actividad concreta y por contraste, se tendría, mutatis verbis:
Nunca he cobrado por hacer X delante de la cámara y X es algo que hago y haría gratis en casa.
Nunca he cobrado por hacer X delante de la cámara y X es algo que no hago ni haría gratis en casa.
En este último caso, nos parece que la enunciadora sí que hace delante de las cámaras y por puro exhibicionismo ese X que no hemos especificado. Si en lugar de X, que aquí es una constante representada por una consonante poco tradicional en este papel, tenemos una variable como en los casos de arriba, nos dará la sensación de que se han hecho o no cosas distintas. La referencialidad se obtiene en un frontón, pragmático o sintáctico. Como dijo el sexólogo V.U. Lenin: "Qué hacer".

jueves, octubre 05, 2006

Paradoja del marco

El marco, ese enigma para la percepción y la ontología paradójica, que hace grande a lo pequeño cuando es grande, que ensalza si barroco, o eleva si mínimo. No hay nada como un marco, el deíctico de la ventana, la puerta de los ojos, de la ropa, del hábito extendido. De algún suicida.

miércoles, octubre 04, 2006

Elevadas potencias de diez

La entropía de los viejos apuntes, las fotocopias que se degradan año tras año, en una grisácea eternidad de Derecho Penal II y Máquinas Eléctricas I. Nada cambia. Nada cambiaría si no fuera por esa decadencia momificada, cada vez más disuelta, de las manchas vagamente ordenadas sobre un papel de bordes desgastados, sobado como un fetiche democrático y afligido, un papel que ha visto que el negro sobre el blanco pierde la nitidez que algún día satisfizo a un catedrático que no se molestaba en sacudirse la caspa de los hombros, blanco desordenado como desordenado el negro.
Ese es el saber, las manías y obsesiones de algún funcionario, de algún virtuoso menor de la tiza y el puntero. La ciencia y el salto de vallas. Todos los deportes nacionales.

martes, octubre 03, 2006

Guionistas

La noticia y la historia han coincidido con el espectáculo televisivo en el fantástico procedimiento del guión dejado casi en manos de unos agentes protagonistas, agentes que, sin embargo de lo dicho, son menos libres de lo que son llevados a pensar. Una ciencia media que hace bailar determinismo y libre albedrío como a dos borrachos en una francachela a punto de colapsar hacia algún vomitorio de la madrugada. Un juego de titanes que son marionetas de otros titanes que son... El poder y su componente elusivo en una literatura inacabable, la de los reality shows, la de los periódicos, la que se dibuja en sus propias nubes amenazantes o góticas.

lunes, octubre 02, 2006

Culpables

El lenguaje, el lenguaje automatizado y otras maldades. Parece que a los lingüistas también les está reservado su pequeño turno para conocer el mal. Descienda la envidia entre las facultades.

domingo, octubre 01, 2006

Criterio

Algo hecho sin criterio, así en singular. Pero hecho y durante tiempo rehecho, modificado, recrecido. Los criterios han de deducirse de la obra efectiva, más potentes que un apotegma. Es tarea de otros formular el criterio tan fuertemente establecido en el ejercicio. O pensar que hablamos de obras de la naturaleza y que a unos pocos principios se ajustan éstas o que esos principios no son sino el ejercicio local de las composiciones que alguna mente podría distinguir.
De Hans Bohm, The American who died of a definite article, New York, Frontier Press, 1967.
Hans Bohm parece plantear un problema que hace unos años no era baladí cuando uno se las veía con un cognitivista y que es todavía relevante cuando se habla de sistemas de juego en baloncesto. Hay un horror vacui en lo que respecta a las representaciones del sujeto y a los planes de los sujetos, ya sean colectivos. Deducen, algunos de ello que no puede hablarse de sujeto sin representaciones. Nosotros deduciríamos más bien que los planes y programas resultan de lo que uno hace. El observador llama carencia de plan a lo que estrictamente sólo puede categorizarse como un mal plan.

sábado, septiembre 30, 2006

Sello

El sello, la firma y su valor paradójico en la copia fotográfica. Del certificado al documento, un tránsito entre categorías: de jurídicas a históricas, pero ni unas ni otras pueden permitir que algo se les escape. De ahí que sea difícil resistirse al equívoco; no al cálculo de probabilidades, sino al de verosimilitudes, no en el sentido matemático, sí en el perceptivo. Algo así como el ojímetro, o tratándose de informes, el hojímetro.

viernes, septiembre 29, 2006

Adversus masoretas

Yet, the abstract-index notation still suffers from the visual problem that it can be hard to make out all-important details in a formula because the indices tend to be small and their precise arrangement awkward to ascertain. De The Road to Reality; Penrose propone la solución en el caso del análisis absoluto, cuando los tensores se convierten en una máquina para el desconcierto de los tipógrafos (Azúa, creo). Sugerimos soluciones similares para las gramáticas del árabe y del hebreo, por no decir las correspondientes crestomatías. ¿O tomaron similares medidas hace tiempo?

jueves, septiembre 28, 2006

Interpretación. Cierre. Corte

Interpretar es algo que, contra lo que suele decir, siempre acabamos. En último término, para eso está la muerte. Somos seres para no interpretar indefinidamente. Podemos aventurar una mente infinita e inmortal de una variedad que no fuera lo que se dice omnisciente in actu exercito y que fuera espejo de Derridas, sabedor de la infinitud y sus tertulias -ella misma para empezar-, pero complicando las interpretaciones, difiriendo in ictu oculi.

miércoles, septiembre 27, 2006

Blasfemia

Teoría de la representación. Hay miedo a los integristas, que son unos algebristas elementales que dicen que la realidad es lo que decimos que es, sin que podamos hablar de ello sin que hablemos de todo ello. Para ellos, todo está en lo dicho, en el nombre o vaya uno a saber. El álgebra ha agotado la realidad. Nos han agotado.
Loa fautores de la máxima sinécdoque no admiten sino su propia soberbia de aprehender con cada palabra la puta realidad y todas sus estrellas.

martes, septiembre 26, 2006

Superabundancia

Una retórica que se edifique sobre el principio de razones en exceso. Y así, en plural. Pues del mismo modo que todo hecho ha de tener una razón, las razones derramadas (1) señalan una sospecha que contamina los discursos con la celeridad de una explosión demográfica.
De ahí que una buena y necesaria de las primeras lecciones sea la de no justificarse demasiado, no explicar de más los porqués y ni acaso los cómos. No voy a extenderme.
(1) Las razones, como los hechos, no son contables ni incontables, pero es difícil evitar el bosquejo de las correspondencias, el rasero de las suficiencias.

lunes, septiembre 25, 2006

Cobrizo

Los calificativos: otra semántica variable según la combinatoria que los incluye. No es que formen expresiones idiomáticas. La composicionalidad permanece salva, pero el lenguaje evoca o convoca experiencias y memorias tornasoladas. No es lo mismo tez cobriza que tinte cobrizo. Piénsese en un cabello cobrizo que contrasta con una barba que no es cobriza. Sabido es que la semántica es una cuestión de oposiciones binarias. Hasta el punto de que a quienes sostienen tal tesis se les oponen los que plantean esquemas de continuidad entre un polo y otro. Dos posiciones que pueden acogerse también a este esquema de continuidad. La semántica como la política.

domingo, septiembre 24, 2006

Subjuntivo

Y así es el subjuntivo el que nos abre el campo. Es el sistema de coordenadas no compartido y que guardamos celosos el que nos ensancha el dominio por el que se nos mueven los referentes. Por eso, el subjuntivo apunta al futuro con la falsedad propia del futuro:
Aprovechamos lo que tenemos.
Aprovechemos lo que tenemos.
Aprovechemos lo que tengamos.
Nótese la aparente progresión y nótese que no eliminamos la cuarta opción:
Aprovechamos lo que tengamos.
En ella se da una consigna generalizada, que no se para a considerar lo que tenemos o dejemos de tener, pero que se alimenta sobre todo de la posibilidad de que dentro de un rato tengamos más de lo que ahora tenemos.

sábado, septiembre 23, 2006

Lo de ayer

Una descripción indefinida lo es para el oyente: "Vamos a un lugar que yo conozco", que es "Vamos al lugar (descripción definida) que he pensado y que es un lugar que yo conozco". Con el subjuntivo es una verdadera variable: "Vamos a un lugar que yo conozca": "A uno cualquiera de un conjunto especificado", quizá numeroso. Así la semántica está en otro lugar, no es endocéntrica. Significados como pelotas. Deformadas según la dirección del punterazo.

viernes, septiembre 22, 2006

Exiliado

Los que propugnan A le suelen acercar a B. Los apologistas de B le descubren las virtudes de A. He aquí a un inadaptado a la retórica triunfante en la biocenosis.
No se crea que esto es sólo algo entre signos y usuarios. Con signos sólo también pasa: "Vamos a un lugar donde no tenemos ruido" frente a "Vamos a un lugar donde no tengamos ruido". El indicativo nos deja la variable ya reducida y en espera de una especificación; el subjuntivo nos habla de todo el dominio de la variable, lo que puede ahogar por evocativo.
Es cierto, con todo, que lo que le pasa a nuestro sujeto de más arriba no es que los significados le parezcan dependientes de reyes y de puercos, sino que todo le parece como si Protágoras hubiese, al pie del Taigeto, abierto escuela para los espartanos más tontos y que éstos no callasen.

jueves, septiembre 21, 2006

Nombres propios

Esos pronombres con descripción aneja que no suele describir. O su función individualizadora o personificadora cuando se trata de fenómenos naturales. Seguramente no podemos dejar que un nombre no describa, que un nombre no nos diga qué nombra, qué clase de cosa es ésa.
Son éstas consideraciones no sabemos si para una Filosofía de la mitología o para una Filosofía del tebeo.

miércoles, septiembre 20, 2006

Lenguaje de las ruinas

Una sintaxis de chamarilería. Morfologia de saldo. Aves fénix que amenazan con un renacer no demasiado fiable. Verbos como escarpias. No digamos las locuciones prepositivas: Llueven a lo largo del campo de batalla y erigen cadáveres de perennidad subterránea.

martes, septiembre 19, 2006

Post de respeto

Un léxico construido de falsas etimologías y de préstamos malamente racionalizados: la lengua perfecta. Sólo le falta una gramática anfractuosa, como una ciudad en ruinas.

lunes, septiembre 18, 2006

Los productores

Aristóteles habla de mejores o peores que nosotros, los espectadores. No mejores o peores que el resto de su especie. Porque en ese caso, lo de Mel Brooks sería una tragedia. Se trata de un gremio del que no podemos esperar nada tan bueno como de su tronado representante en esta obra. Cómo decir que es malo si el canon lo aportan los de su oficio.
Más bien debemos esperar dramas hechos de las bajezas de este mundo, minucias y miserias como de un demiurgo alopécico, halitoso. Quedarse con lo de los otros. Gran talento.

domingo, septiembre 17, 2006

The Sting

La conspiración o montaje en decadencia ya para media España y la totalidad de Alemania, aprovechamos la volatilidad del quiosco y nos hacemos con la película de Roy Hill, George. Asistimos una vez más al teatro dentro del cine: a veces sabemos que es teatro y a veces no lo sabemos, en este grift en abîme. Cuando pensamos saber que asistimos a una comedia en que el gran Robert Shaw está picando como sirviendo de aperitivo a los tiburones, nos creemos al cabo de la calle, sólo para que Gondorf o Gondorff nos engolfe, para descubrirlo a su debido tiempo, como a Hooker y sus never hooked fingers, para su bien o el nuestro.
No es sólo el convenio de que lo que vemos no sea lo que esté pasando de verdad. Es más bien que se nos hace creer que sabemos qué está pasando, aun viendo otra cosa, para que luego descubramos que nos equivocábamos. O para que se imponga la retada omnipotencia narrativa de los tramadores con Gondorff o Gondorf a la cabeza, con sus recursos como salidos del último de los callejones. Pero la película no es un timo, ¿o sí? Nos ha mostrado la mecánica del engaño y nos ha mostrado, creemos, su propia mecánica como película. ¿O no?

sábado, septiembre 16, 2006

Subtítulos

Subtítulos de camuflaje y subtítulos en un lenguaje intermedio. Subtítulos sin subtitular. Subtítulos hablados. Subtítulos para deficientes visuales. Subtítulos sin subtitular. Subtítulos en pantallas como la metáfora del escritorio. Menú de subtítulos de Nemrod que venía de cazar y con la escopeta al hombro. Subtítulos bilingües y tal vez bífidos. Subtítulos en francés y hebreo (1) como dos partidos de tenis antisíncronos. Subtítulos que producen extraños fenómenos de carácter psicolingüístico. Subtitulitis: másters, expertos, cursillos. Subtítulos como subsecretarios en el NODO. Subtítulos de prosodia SMS. Subtítulos en Todd-AO y subtítulos que nos hacen pensar en un pianista de bostezos apagados. Subtítulos que desde la primera fila parecen como créditos. Los mejores subtítulos de nuestra vida. Subtitular todo esto.
(1) Histórico.

viernes, septiembre 15, 2006

Innumerabilidades

Enumeraciones de un solo elemento. Enumeraciones de nada. Como se ve el límite dialéctico por abajo, desde que inventaron el cero por lo menos, da lugar a una lista de dos miembros.
Enumeraciones inacabables, infinitas. Enumeraciones innumerables, esto es, innumerables enumeraciones de dudosas listas de innumerables miembros. Enumeraciones de arena. Aquél que es todas sus enumeraciones en cada grano. Borges en fascículos, en quioscos que cierran en el verano austral.
Enumeraciones huecas y cóncavas a las que les falta tanto para poder empezar. Covachuelas con ojos brillantes que se reservan sus propias enumeraciones. Los lectores se sienten permutados. La Codorniz en DVD.

jueves, septiembre 14, 2006

Títulos

Títulos que se dejan sin traducir. Títulos que no se parecen en nada. Títulos mal traducidos. Títulos que el traductor explica con un subtítulo. O el editor. Títulos que se traducen para tontos. Títulos que de lejos parecen como autores. Títulos que nos resumen otro libro. Títulos que nunca debiste cruzar, forastero. Siete títulos en busca de lector. Títulos que aborrecen de su condición esdrújula. Títulos como caramillos ciegos. Títulos y faltas menores. Titulitis. Títulos enmarcados y títulos en guaflex con acetato. Títulos que sueñan con ser colofones. Títulos que sólo contienen el símbolo '?'. Titulares descabezados y estrábicos. Títulos de neón luminoso o como el faro de Alejandría. Títulos que titulan azules a los lejos. Soluciones sin titular.

miércoles, septiembre 13, 2006

Homogéneo. Isótropo

Textos con las palabras al azar de sus frecuencias. No se agrupan. Nos parece que se han separado aquéllas que solían andar juntas. Como si se hablase de todo o de cualquier cosa a la vez. O un lenguaje de pronombres y preposiciones, todas las piezas alegremente distribuidas y sin compromisos. O hacer que un texto usual parezca tal cosa. Una cifra que oculte todo y que deje alguna señal que permita el reconocimiento a un lector que no conocemos.

Antoon van Geuze, De wonderen van het toeval, Leiden, Rumfles, 1946.

martes, septiembre 12, 2006

Figuras corridas

En El país hoy, en el artículo de Ulrich Beck Cuanto más cerca del Papa, menos hijos leemos:
... la perspectiva nacional predominante en el debate público sobre la evolución de la población, esa demografía narcisista que se rinde ante el nacionalismo metodológico, desemboca en un falso alarmismo, en una falsa causalidad y en recetas políticas falsas. (La negrita es nuestra)
La redundancia en el crescendo de la enumeración va mutando su carácter elocutivo y su dominio conceptual. El alarmismo será otra cosa una vez hayamos ascendido esa escalera de caracol. Leámoslo otra vez. Winding and rewinding stair. Pasaremos de la redundancia a la paradoja, y hasta al oxímoron. O la elipsis. Valga.

lunes, septiembre 11, 2006

Lenguaje. Piezas

La hipótesis del lenguaje eucarionte es la versión chistosa, por basarse en torpe analogía, de la teoría de la caja de herramientas, que uno no sabe muy bien cuando deja de ser caja para ser un todo más articulado. Sí que presenta, en cambio, un cierto interés a la hora de enfrentarse al problema principal de esta teoría, que no es otro que el de justificar, desde una perspectiva que sanciona cada herramienta por su utilidad, ésta para cada una de aquéllas tomada aisladamente. La utilidad de las piezas no puede apreciarse desde la utilidad que tienen en el conjunto, pero si son piezas es porque el todo las define.
La salida será pensar en funciones que se superponen a otras, dado cada instrumento. Las que tuvo cuando no era pieza, etc. Delirant isti nostratici.

domingo, septiembre 10, 2006

Núcleo

Si el de las palabras fuera originariamente un parásito de la morfología. El léxico como un añadido a una gramática. El surgimiento del lenguaje eucarionte.

sábado, septiembre 09, 2006

Semántica frívola para superficiales

Lo que decimos es una lluvia de flechas que nuestro interlocutor lanza al azar sobre su pedazo de mundo (¿o las hemos lanzado nosotros?). Se fijarán a objetos no del todo predecibles, que quizá lleven engachados otros. O esas palabras arrastrarán otras palabras, restos, imágenes que algun día veneraremos con la superstición tonta que arrastra la palabra daguerrotipo. No importa que las flechas estén todas melladas.

viernes, septiembre 08, 2006

Confessio

Como citamos de memoria, sustituimos el topónimo por una X. El periodista cita a un alcalde:
"El ayuntamiento de X. ha actuado siempre dentro de la más estricta legalidad", confiesa el alcalde de esta localidad.
El alcalde nos deja su enunciado para que hagamos la comprobación tarskiana: "[p] es verdad si p", o conversamente, que ahora no hilamos muy fino, y si no nos metemos en haciendas y en semánticas, nada habremos de pedirle al alcalde. Pero el periodista dice que el alcalde confiesa. El lector piensa en "declara", "señala", "asegura". Considera inadecuado que se confiese algo virtuoso: "Padre, me acuso de haberme gastado el dinero en dárselo a las pobres". Como no se aclara de qué pobres se trata, el confesor deberá inquirir más cercanamente en busca de precisiones. Sin embargo, sólo permitiríamos por dudosa paradoja algo así como "Padre, confieso cumplir con todos los mandamientos y preceptos de la Ley de Dios, de la Iglesia, etc." La neutralidad ética o jurídica de lo declarado es más frecuente en el caso de la confesión de sentimientos o actitudes de un orden que no afecta a la moral: "Confesó que estaba enamorado de Paulina"; "confesó que bebía los vientos por los equipos entrenados por Javier Clemente", si bien éste último es caso errabundo y peor que excéntrico.
Con todo, observe nuestro lector que al afear así la panoplia performativa del periodista, adoptamos una condición del todo homóloga o estrechamente análoga a la del gramático normativo, figura que no ha perdido su nunca desmentido interés televisivo y que se halla a cargo de una tarea sinuosa y arriesgada: entre la scila de las tildes y el caribdis de las comas.
Pero al gramático normativo ha de acompañar el gramático positivo, que ha de explicar, describir o consignar. Y tal vez a los dos en comandita corresponda elucidar la causa de los errores o, incluso, descubrir que éstos eran en algún caso sólo aparentes. Que el hablante en su laberinto no erraba.
Y nosotros hemos supuesto un decálogo que, al menos en su detalle, no presupusieran ni alcalde ni periodista. Antes al contrario. Muy brevemente, que con fidelidad y exactitud haya consignado el periodista la confesión del alcalde.

jueves, septiembre 07, 2006

El lingüista y sus orlas floridas

No se quedará atrás y no envidiará así al cosmólogo en su rigodón metafísico. De aquí para allí y vuelta para atrás, ha elegido una disciplina que le permite rellenar los márgenes de sus artículos con una orla ideológica que no sentará mal en medios bien elegidos. Hay que estar a la altura.

miércoles, septiembre 06, 2006

Y todo por la historia (mal entendida)

Este apunte para una reseña que no escribiremos quizá correspondiera a otro blog. Sin embargo, es en éste donde nuestro diagnóstico podrá encontrar mejores coordenadas, aunque será coordenadas sólo sugeridas o evocadas y que no plantaremos en firme.
En La Tierra. Un viaje por la historia de nuestro planeta (cuya versión española, obra de Gonzalo G. Djembé, publicó la Editorial Crítica, Colección Ares y Mares, en 2004), su autor Gregor Markl expone lo que dice el título desde las categorías de la geología, aunque no falte algún desborde o desparrame que no pasa de venial.
No diremos nada -porque no tenemos ninguna autoridad ni ganas para ello- sobre las virtudes o defectos técnicos y teóricos de la obra, pero sí sobre el enojoso marco en que, para disipar alguna malevolencia de los lectores (juveniles o infantiles), inscribe Markl su Die Erde (1):
El 21 de junio de hace 4.556 millones de años -un viernes, para más señas-, si alguien se hubiera encontrado en un planetilla hermoso de alguna galaxia tranquila y hubiera estado mirando (con algún telescopio muy potente) justo hacia el lugar donde hoy se encuentra nuestro sistema solar ... ¡lo hubiera visto nacer! (pág. 9)
Esto es, para aprender algo de geología, además de incurrir en la tentación usherítica, debemos hacer llover algunos equívocos que afectan a la física, a la óptica, a la astronomía, a la cosmología y a ... la geología. Prosigue Markl con la historieta de unos niños de ese planeta que hacen un trabajo escolar sobre el que sería nuestro.
Y equívocos además para contar una historia ridícula, mucho más ridícula y tonta que la historia de la ciencia contada casi por cualquiera de sus historiadores y misioneros.
(1) El título original completo es Die Erde. Eine Reise durch ihre Geschichte: La Tierra. Un viaje por su historia (o a través de su historia). En el original no se dice lo de "planeta" ni lo de "nuestro". Por otro lado, la colección Ares y Mares ofrece al lector un catálogo de curiosa transversalidad, fruto tal vez de una primigenia (des)orientación pedagógica. Junto a un libro interesante a la postre como este La Tierra, se incluyen otros que no lo son menos, y algunos también -como el de Bruno Bettelheim- cuyo interés es de carácter más bien extraterrestre.

martes, septiembre 05, 2006

Hablando de la totalidad

En la contracubierta a la edición que J.M. Sánchez Ron hace de Materia y movimiento de James Clerk Maxwell (Crítica, 2006), leemos y creemos no errar si atribuimos estas palabras al distinguido editor:

Aunque es, bajo cualquier vara de medir, uno de los grandes científicos de toda la histora de la ciencia, el escocés James Clero Maxwell (1831-1879) no es demasiado conocido entre los legos de la ciencia (menos aún en España, si nos atenemos a lo muy poco que se le ha traducido).

En la introducción, Sánchez Ron compara su fama con la Newton, Darwin o Einstein, y eso aporta una escala precisa para entender lo que se está diciendo en las coordenadas de la polimatía de tercera división. Es más certero que lo contrario. Sin embargo, quizá de lo que verdaderamente se nos hable ahí es de la fama de los científicos (algo plural como una distribución, por decirlo de un modo quizá nada certero) comparada con las de otras colecciones seleccionadas o definidas según otros criterios -ciclistas, toreros, escritores (como si Clerk Maxwell no hubiese escrito y mucho), rufianes- y en un país como España, que tanto nos ha inspirado la lista precedente. Un discurso subterráneo, pero muy certero o más que muy certero, muy pertinente. E se non è vero,…

Terminología

No importan los campeonatos del mundo conseguidos por las respectivas selecciones nacionales españolas. No importa que éstas los consigan o lo casi. El único cambio verdaderamente importante que debemos esperar en lo que respecta a este negociado es que los locutores deportivos dejen de utilizar de una vez el esdrújulo “fémina”.

lunes, septiembre 04, 2006

Retórica del reto

La retórica del reto y el noble arte de la pesca con caña, pero con un cebo en el dominio con tendencia a enmohecerse del honor.
Los cebos con palabras son muy visibles cuando somos la tercera persona o el público del teatro. Llegan a serlo también cuando nuestra implicación en el asunto es mayor. Pero nos acaba por no importar. Como los amores locos, según las últimas estadísticas. Se trata de saber que estamos para salir de la taberna y enfrentarnos, en su terreno, con un jugador de ventaja y cuatrocientos mil de sus compadres. O no salir de la taberna y resolver el sudoku ante los cronómetros de todo el bar. Trufar entonces el razonamiento de excusas en un teatrillo hipotético, cegados por candilejas aceitosas. O por la cerveza caliente.

domingo, septiembre 03, 2006

Más museo y más errores

Los errores constituyen grandes aciertos. Saber recomponerlos en una galería que, a su vez, acierte en el error, no es arte que pueda aprenderse en dos días o en dos años.
Y todo esto vendrá a significar que no todos los errores son iguales y que los errores mostrados dejan de ser errores, pero se trata de que su ostensión sea también un error. Y si no, no se acierta.
Es situación parecida a la que se da en aquellos que evitan en sus discursos la voz "España" y la sustituyen por "el Estado" o "estado español". Es el predicado lo que las acaba por constituir. Así, podrán decir, contra su costumbre, que "no hay tal cosa como España", pero en este caso no podrán sostener que "no hay tal cosa como el estado español", realidad que suelen encontrar demasiado contundente. Y esto es porque el término sujeto ya contendría algo así como una predicación interna, implícita, que debe acabar de afirmarse en el predicado adjunto y externo, y que no es ajena a toda una, por más que pordiosera, ontología.
En el caso de los errores la situación es incluso más complicada porque debemos acertar errando y al errar seguir errando, lo que es un acierto para el que no es fácil hallar ontología, sustento, relato o un simple modo de decir.

sábado, septiembre 02, 2006

Museo de los errores

Y mal catalogados y con las etiquetas y paneles informativos confundidos. Y que el local sea, por ejemplo, un supermercado. Todo sea por hacer del museo un símbolo. ¿Cuántas veces lo habrán logrado?

viernes, septiembre 01, 2006

Monólogos

El monólogo nace de la atención de los muchos, de la audiencia. Pero el monólogo contorsionado metafísicamente (el ruido de la hoja o el tronco que caen en el bosque desierto) nos conduce directamente a la estación de los supuestos monólogos perdidos.
Pero estas aventuras metafísicas nos muestran también el carácter de límite de la propiedad reflexiva o su aterrizaje panzudo en la metafísica.
Que los espejos reflejen es otra cosa. Los espejos no conocen ojos, ni ojos cuyas visuales sean normales al espejo. Lo que hacen los espejos es más bien mostrarnos a otros. A nosotros en el límite de los noventa grados, y tampoco podemos estar muy seguros.

jueves, agosto 31, 2006

Sólo una cosa no hay

Nos costará trabajo transcribir (o puede que ningún trabajo) los frecuentes diálogos cartujos de A. y B., cuando A. y B. adquieren una tonalidad cutánea propia de gémelos univitelinos y autistas. Queremos decir, cuando A. conversa calladamente con B. y B. con A. y no existe ningún C. que venga a comprobar la coincidencia -esto es, la unidad- de las conversaciones.
La prosodia como objeto principal del discurso se torna también una materia pálida y despaciosa, puntuada de silencios más rotundos que el bajo cifrado que da continuidad a la carencia de soluciones, respuesta a las preguntas que portentosamente levantan A. y B. Transcurren las mañanas y las tardes que sirven para que hipótesis de periodicidad tropical y floración repentina se disuelvan en el olvido sin nota a pie de página. (Hipótesis para las que no faltan glosadores como D., quien sostiene que las nunca oídas son mucho más certeras y musicales que las fiel, exhaustivamente registradas.)

miércoles, agosto 30, 2006

Paganismo

A. y B. han frecuentado la localidad alavesa de Laguardia con propósitos más que neoclásicos, anacreónticos.
Han escudriñado la Navarra a Oriente y más, en el contraluz de la tarde, el Poniente paradójicamente promisorio.
Las viñas desde la altura son como el mar desde una nube de vino. A. y B. pierden el sentido de la orientación con facilidad, incluso a la hora de numerarse: A. y B.
Pero A. y B. esperan a la noche antes de abandonar el recinto. Dejan que les guíe el agua y las lejanas luces mientras la conversación se desliza sobre el asfalto. Mientras el asfalto traza su línea envolviendo -esto lo añadió B., que la llevaba helénica- los cóncavos meandros.

martes, agosto 29, 2006

Jornada riojana

A. y B. también han tenido sus jornadas riojanas y, en ellas, han tenido sus tenidas. La tierra invita no demasiado al arte mayor y más bien a las prosodias hipotéticas.
A. y B. cruzan el Ebro y suben hacia el pueblo de Briones:
- Las grajas han descansado esta mañana.
- Esta mañana sin grajas desgranada.
- Desganada mañana de los ganaderos con fusil.
- O monótonos mojones en la nacional rutinaria.
- Pues allí está el estop y ahora pa dónde.
- Dónde el azar nos lleve caballo loco.
A. y B. no toman precauciones en sus diálogos de barbos con sabor a barrizal o a río seco.
Uno de ellos es capaz, sin embargo, de apuntar una teoría que el futuro, si no lo ha hecho el pasado, apuntalará:
- Es también muy posible que lo que contemos sean los latidos de quien nos escucha, o de quien nos debiera estar escuchando, para lo que estamos singularmente dotados. Así, nuestras profanas prosas se ritman como tu citröen, donde amarillea tu citröen.