A. y B. y su afición a la ceremonia de la nostalgia o del futurible: ¿Y si el endecasílabo no hubiera triunfado en el verso castellano?
A. y B. y sus hipótesis festivas y dactílicas, digitales o arbitrarias. Una jardinería con toques berroqueños. San Lorenzo de El Escorial se construye y no nos recuerda al endecasílabo de Garcilaso, ni al de Herrera, y sin embargo, es lo que le corresponde. El estilo italiano es tan lateral que su amenidad suele rebasarse.
Por eso, A. y B. suelen tomar el coche y lanzarse monte arriba como preludio a la elaboración de una nueva hipótesis en que Juan de Mena jugará de delantero centro. A la bajada, no sin haberse preguntado antes -pues se habrán topado con el laberinto de esa tarde- por qué la provincia de Ávila no es amarilla, la de Madrid, verde y la Segovia, rosa, comenzarán a buscar heptágonos en el pavimento y poliedros imposibles entre los cubos, las esferas y los autobuses que van recogiendo a los últimos turistas.
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