Probablemente hay varias. Al orador de larga distancia le van definiendo unos atractores a los que su gramática y su léxico, su oscilante retórica regresan siempre.
Atractores del lenguaje oral, de la escritura. El estilo es el hombre, y éste los lugares a los que siempre retorna.
Y el orador aperiódico, sin pautas, no es un orador. De donde se sigue que lenguaje y discurso son una cuestión de cristalografía. Estadísticamente hablando.
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