Expresiones como "tomar el pelo", "estirar la pata". Nunca con el sujeto del verbo y con éste se forma una; se prefiere universalmente el sintagma verbal, aunque a veces cueste identificarlo. En español no parecemos utilizar la pasiva de esta forma oblicua para así incluir un sujeto: "el pelo le es tomado por mí"; "la pata es estirada por el ahora ya difunto Manuel".
Nótese que el sujeto nunca es oblicuo. Separamos bien la referencia directa del tropo calitropo. En la pasiva, verbo y sujeto impaciente se dividen semánticamente. Es posible que estas expresiones idiomáticas no puedan vivir si combinan en el sintagma verbal los dos modos de designación, pero notemos que el dudoso beneficiario de la acción no es oblicuo sino según la dirección de la tomadura. Vaya uno a saber si no se trata de hablar a contrapelo.
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