miércoles, noviembre 22, 2006

Compromisos adquiridos

Como lo que declaramos, como el no callar, que nos obliga, de la misma manera crea cada nueva palabra sus obligaciones sintácticas, morfológicas o semánticas a la palabra nonata que le seguirá. Por suerte deshacemos a cada tanto el agobioso nudo. La gramática son las reglas para liberarse de esa sujección. Cómo hacer que un término deje de regir.
Así también queremos, infantiles, que se cancelen nuestros compromisos, just like starting over, como si eso fuera posible, como si los plumazos del capricho nos liberasen de todas las ataduras a las que nos llevó nuestra imprudencia o ese otro nombre de nuestra imprudencia que es el azar. Pero si ahora volvemos a la gramática, ¿no será ésta también arte, facultad pueril, una amnistía de nuestra insolencia de facto? Por eso será que los niños son los que aprenden las lenguas.

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