lunes, noviembre 20, 2006

El prototipo en la cucaña

Debemos a Acebes la más encucañada ocurrencia del prototipo encucañado. No se trata de que el prototipo sea el centro de un dominio que, hacia sus márgenes, va siendo habitado por patos y palomos cojos o sin plumas. Nos fijamos ahora en el cultivo de clases que se representan por su elemento más extremado: una monopolaridad que nos recuerda a una cerilla. Es el caso de la noción de "progre". Esta semántica del representante supremo -una clase se representa por la exacerbación de las cualidades que comparten sus miembros convenientemente sustantivada- se acopla bien a las historias, a las homilías, a las polémicas en que un polemista se entretiene en censurar caricaturesco a la caricatura de su oponente. Como si, así tantas veces, tal cosa fuera necesaria.

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