martes, mayo 02, 2006

Biyección. Campos

El ideal terminológico de los campos de cosas es el de un término para cada cosa y una cosa para cada término. Tal postulado imagina ese campo como una superficie rociada por representantes más bien simples y desconectados de los objetos relevantes. Pero un campo ha de ser una totalidad y éstas lo son de muchas maneras. El cuerpo humano es un ejemplo muy conocido y con el que solemos tener contacto. En el léxico, cuerpo lo es todo y sólo el tronco o una parte de éste. Es comprensible que, desde el punto de vista terminológico esta situación no agrade, como fruto que es de la distinción binaria entre término marcado y término no marcado. No hay inconveniente, en cambio, en hablar por ejemplo de “cuerpo calloso”. Las líneas de desmembramiento entre los dos cuerpos del léxico no son de la finura que requiere la definición de este último.
Pero esto indica que la terminología ha de vigilar la biyección entre término y parte para un todo dado y bien concreto (construido según unas líneas concretas) y ha también de ser prudente con totalidades adyacentes, pero puede despreocuparse de lo que ocurre más allá. Aviados iríamos.
Conclusión de Pero Grullo: La terminología es disciplina que parte de las totalidades efectivas con que los especialistas tratan. Corolario más oculto: Las totalidades nos depararán sorpresas. Y más las totalidades inefectivas o ideológicas. Como adelanto, piense el lector en el término psicolingüística. Agregue otros como sociolingüística, antropología lingüística, estilística, etc. ¿Nombran a las partes de algún todo?¿Se lo preguntamos a un bibliotecario o a un filósofo?

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