miércoles, mayo 10, 2006

Con la paciencia de un trabajo bíblico

Lo que sabemos y decimos con palabras no lo decimos ni trabajosamente ni leprosos. Ante el mapa atroz de las palabras, tenemos siempre la respuesta: el lenguaje y nosotros somos otra cosa. Centuriaciones en el mapa de las palabras. Junto a los incognoscibles errores que el lenguaje nos procura, tenemos los simples errores de quien utiliza el plano de la urbanización que no debe. Alguien comenta que el lenguaje no sirve para conocer el mundo. Nada menos. Eso lo sabe porque el lenguaje es lo que dice ese alguien que es más otra cosa. La maraña de las palabras y las regiones ordenadas, aunque no siempre escogemos la hoja cartográfica adecuada.

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