jueves, mayo 18, 2006

Epifanía aspectual

(No dejen de enviar su parecer acerca de esta modesta proposición)

No deja de dejar de parecernos reprensible

Comenzando por la derecha:
Dejar de + frase verbal. Dejar de aporta a la frase verbal en cuestión un aspecto durativo o repetitivo, que desaparece, por cierto, de creer lo que se dice. El aspecto de la expresión en su conjunto resulta relativamente bien delimitado en el tiempo, aunque puede recibir también un aspecto durativo: "Está dejando de fumar". En cualquier caso establece una frontera entre dos estados discretos.
Si la frase verbal es dejar de + otra frase verbal, ésta en conjunto deberá denotar un estado o una actividad extendida en el tiempo, continuous o continually que dicen las gramáticas del inglés. Sucede, pues, que dejar de comunica un cierto aspecto a la siguiente frase verbal, y en el caso de la reiteración existe una colisión. En cuanto a la negación, ésta seguramente no cambiaría el aspecto de lo que sigue, pero se quedaría donde está; en modo alguno, podría descender para negar una de las frase verbales incrustadas.
Comenzando ahora por la izquierda: Dejar de denota cambio de estado o actividad prolongada en el tiempo. No dejar de, persistencia. No dejar de dejar de, la persistencia de un cambio. Ahora bien, la persistencia de un cambio ha de modelizarse en plan maoísta, en plan distributivo (que aquí no se aplica), no en plan felipista (que era más bien recursivo: “el cambio del cambio”), o en plan oscilante. Lo cual se ve muy bien con lo dejar de fumar. Mark Twain, como es sabido, se pasó la vida dejando de fumar y, por tanto, no dejaba de fumar; pero reiterar el abandono del hábito o vicio suponía recaer en él: por consiguiente (citamos a una de las autoridades mencionadas), aunque esto tal vez no sea exacto, fumaba a temporadas. No deja de fluir el río de Heráclito, autor muy repetido.
En cuanto a la reprensión, observemos que si algo deja de parecer reprensible, pero tiene la facultad de no dejar de dejarlo es porque lo sigue dejando, para lo cual ha de moverse en un no man’s land de la reprensibilidad.
El vetusto periodista alado, seguramente y contra lo que llevamos dicho, obró más bien una suerte de reduplicación enfática, como la de "la batalla de todas las batallas" y todas esas cosas, y elevó el adverbio no a lo más alto de la estructura sintáctica, pero su lector practicaba un parsing muy mecánico, como nosotros, que ya dijimos que nos negamos en redondo a bajarlo.
Con lo que nos encontramos con lo dicho: o un estado oscilante o un estado entrelazado. En el caso de los fumadores, el famoso estado “trying to quit”.
¿Duermes, Paca?

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