sábado, mayo 06, 2006

De la naturaleza patente del fonema

Desarrolló un cierto instinto, nada despreciable, nada amateur, para identificar de lejos a los fonólogos y fonetistas heterodoxos.
Más tarde, años más tarde, no podía evitar agrupar a los teóricos del lenguaje que durante un tiempo había (él y otros) tildado de ácratas junto con aquellos fonetistas, los que, por ejemplo, preferían ver un continuo en todos los ejes del espacio lingüístico. Sus dos héroes en este apartado eran Roy Harris y Agustín García Calvo, unos héroes cuyas efigies recortadas aplicaba a la diana de los dardos para así dar mordiente a su desmedrada voluntad asaetadora.
El continuo de Roy Harris es como aquel continuo heterogéneo que de continuo y heterogéneo y democrático desordenaba todas las ciencias del lenguaje. García Calvo advierte el horror humano del continuo y nuestra estrategia segmentadora. Su continuo es un continuo empeñado en hacer converger toda su obra lingüística en uno o dos principios que también el tiempo borrará. O sea que de ácratas nada.
Pero el discreto binarismo en el que crecimos no nos deja ser continuistas. El continuo se contrasta con cardinalidades de palotes. Está lo que no es continuo. Pensar en el continuo se hace oponiéndolo a lo no continuo. Así también se construye. Desventajas del continuo, su irremediable unicidad. Ya lo decía Mauthner: el continuo nos traiciona, ¿o era el lenguaje?

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