El marco, ese enigma para la percepción y la ontología paradójica, que hace grande a lo pequeño cuando es grande, que ensalza si barroco, o eleva si mínimo. No hay nada como un marco, el deíctico de la ventana, la puerta de los ojos, de la ropa, del hábito extendido. De algún suicida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario