Cortar un roscón es tarea que requiere de las "complicadas jurisprudencias" de las que hablaba el clásico. En cambio, cortar un roscón no sirve apenas para ilustrar teoría o teorema alguno. Según el científico de la educación Jesse J. Porter, de la Universidad Salle de Mankato, esto es debido a que los roscones no se cortan nunca lateralmente y de forma completa, de modo que se obtengan dos roscones, dicho sea por explicarlo de algún modo. Propone por eso, alternar entre el corte tradicional y este otro con roscas, rosquillas, roscones y calamares a la romana.. Con eso se conseguirían mejores resultados en asignaturas de carácter matemático y también en gimnasia. Se trata, no obstante, de un tema delicado porque en materia de enseñanza no conviene multiplicar el número de roscos.
José Luis del Campo y Peces, Cómo la pedagogía puede mejorar sus plantas, Pozuelo, Magisterio GAláctico, 2007.
José Luis del Campo y Peces, Cómo la pedagogía puede mejorar sus plantas, Pozuelo, Magisterio GAláctico, 2007.
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