Supongamos un tercero más poderoso que suministra juegos y estrategias vanas a A y a B. ¿Puede hacerles creer que les ha otorgado, para un juego dado, estrategias infalibles y siempre vencedoras? Supongamos que al don se le acompaña el de una escasa memoria o el de figurar raras explicaciones.
Supongamos que el resultado del juego es más o menos aleatorio y equilibrado. A y B, teorizadores innatos, propenderán a disfrazar el azar, en sus explicaciones, de extrañas interferencias en sus estrategias indiscutibles, de fallos no registrados, de responsabilidades del empedrado.
Luego comenzaría la interacción entre las explicaciones de uno y otro.
Tomado de Martin Van Venn, A Theory of Maims, Amsterdam, Nude, 2009.
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