domingo, abril 01, 2007

Scope

Siempre nos sorprende la vulnerabilidad del alcance de los cuantificadores al orden: que para cada teorema de estos sistemas hay o no hay un algoritmo para demostrarlo no es lo mismo que hay o no hay un algoritmo para demostrar cada teorema de estos sistemas, lo que no está mal tratándose de estos asuntos. Por otro lado, las sorpresas de los cuantificadores las manejamos bien sin haberlas descubierto: por ejemplo, general es más general que muy general, que es menos general.
No descontamos que en ambos fenómenos se dé la misma razón de fondo en lo que respecta a las tontamente llamadas lenguas naturales: que lo que viene primero nos avisa de que hay que hacer alguna reserva cuantitativa.

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