Predicamos esa condición de individuos, lo que contradice la literalidad de la mala hierba: es difícil individualizar ante una plaga verde. Anotar que la muerte o el sentido de la muerte procede de la individuación es una anotación inútil porque no ganamos nada desindividuándonos. Sumergirse en la vida anónima es tan hilarante como sumergirse en la radiación de microondas. Sabemos que, tarde o temprano, desmentiremos que somos mala hierba.
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