"No deja de dejar de parecernos reprensible", que nos acompaña desde hace tanto como una victoria de la inercia (y de la inepcia, aunque tal vez no) retórica sobre la analiticidad, sobre la composicionalidad. No nos repetiremos, pero no dejaríamos de dejar de hacerlo, lo que supone que lo seguiríamos haciendo. O que para no repetirme, he de repetirme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario