Permítame el lector que le haga leer un fragmento de Pere Gimferrer:
...recordamos cuánto nos pedíamos cada uno a sí mismo...
Y ahora aumentado, de modo y manera que el corte se ha hecho por las junturas naturales de la sintaxis y el discurso:
...recordamos cuánto nos pedíamos cada uno a sí mismo y cuánto a lo demás...
Normalmente, tendemos a:
Recordamos cuánto se pedía cada uno a sí mismo y cuánto a los demás.
Sin embargo, la escisión en dos del suplemento reduplicado (nos... a sí mismo... a los demás), reforzaría la diferencia entre las respectivas peticiones, un “cuánto” y el otro; el sujeto plural, la unanimidad petitoria; quizá también la unidad de la acción o el estado petitorio. La sintaxis al hábil servicio de un melancólico y agridulce esprit de corps.
...recordamos cuánto nos pedíamos cada uno a sí mismo...
Y ahora aumentado, de modo y manera que el corte se ha hecho por las junturas naturales de la sintaxis y el discurso:
...recordamos cuánto nos pedíamos cada uno a sí mismo y cuánto a lo demás...
Normalmente, tendemos a:
Recordamos cuánto se pedía cada uno a sí mismo y cuánto a los demás.
Sin embargo, la escisión en dos del suplemento reduplicado (nos... a sí mismo... a los demás), reforzaría la diferencia entre las respectivas peticiones, un “cuánto” y el otro; el sujeto plural, la unanimidad petitoria; quizá también la unidad de la acción o el estado petitorio. La sintaxis al hábil servicio de un melancólico y agridulce esprit de corps.
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