La intervención climatológica de Rajoy y su primo establece una analogía de proporción (o afirma una imposibilidad dada esa analogía) que cruza los límites entre meteorología y climatología. La diferencia entre disciplinas no es nunca una cuestión de escala. De ahí lo inadecuado de su comentario, y más en gestos y labios de nuestro apreciado Rajoy, que no es actor del método.
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