La sintaxis de las oraciones compuestas está impregnada de probabilidades e intuiciones mucho más que de, sin ir más lejos, lógica de enunciados. Para ésta, peros y aunques son sólo yes, y-es.
Un "p, pero q" es un "p y q", pero acompañado de un usualmente adecuado "p-->noq".
Un "p, aunque q" suele ser un "p y q" acompañado de un esperado o comúnmente aceptado " q-->nop". O puede que al revés, que es lo que pasa con estos condicionales probabilisticoides, pedroramenses y sofisteriales.
En cualquier caso, el sofisma "p-->q y no p, luego noq" se acepta sobre un panorama de expectativas. O quizá porque '-->' es algo que se tiende a ver como un '<-->'.
Los relevantistas felices, pero no por novedosos. Pero cada cosa que decimos se levanta sobre tantísmos discursos, tanto conocimiento y, a veces, tan falso.
NOTA: obsérvese el 'y' de la regla de inferencia. Lo identificamos con el 'y' del enunciado compuesto. Todo es una oración, hasta las reglas de inferencia. Los enunciados incluso. Salvo, claro, si las oraciones pueden ser infinitamente largas, lo que ya observaron Postal y Langendoen no prohiben explícitamente las gramáticas.
2 comentarios:
De toda la vida: (p-->q)=(noq-->nop). Eso es lo que trataron de enseñarnos, al menos. Luego resultó que casi todo en la vida eran números (numeritos) emocionales. A tomar por el saco p y q, entonces. Y no digamos ya nada de la dirección de las flechas que, por cierto, nos empeñábamos en dibujar con doble linea, supongo que en un intento desesperado e inconsciente de reafirmación futura. Algo ya intuíamos entonces. Tiempo de recuperaciones.
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