viernes, enero 12, 2007

Inversión II

Complétese cada monografía, no con la enumeración sistemática de las fuentes, no con el listado de las referencias bibliográficas, sino con el registro de los más o menos numerosos escritos que serán influidos por el nuestro. Tal vez acabemos pronto, tal vez podamos reducir la nómina a cero. Pero quién sabe.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Al final ha dado usted con la solución, ésta es debidamente borgiana, pero sobre todo santanera, que, ya que admiramos el itinerario de sus indagaciones y sospechas, es lo que importa.