Nuestras lenguas parecen ser un asunto de paréntesis. Pero se trata de que los paréntesis de la lengua no sean los paréntesis del discurso o del pensamiento (:-hagamos un inciso-); sino los ocultos de la sintaxis. Pues si unos y otros fueran los mismos, no habría lenguaje y sólo retórica. Pero si hay lenguaje es porque se edifican estructuras antes de que las oraciones, los períodos, más oraciones, lleguen a concebirse o pronunciarse. La gramática es una búsqueda de lo que uno estaría tentado de llamar variables ocultas y que serían los hitos de una curiosa embriología de las unidades sintácticas. Se trata del sueño de explicar lo mucho con poco. El curioso y ockhamista oxímoron de la explicación económica.
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