jueves, noviembre 29, 2007

De las misas al teatro

Salir de Mihura o de un concentrado o destilado de Mihura, que no un caldito, es salir hablando el idioma Mihuralese, que dicen en Kansas City. Salgo de escuchar a los personajes que hablan from the skull, so to speak, y en el vestíbulo el cartel de NO USAR EN CASO DE INCENDIO convierte al ascensor en una manguera.
Pero no se piense que la mihuresa es lengua extravagante. Quizá no es lengua, sino teoría. Y quizá no sea otra que la lengua que hablamos todos los días y que por un azar se nos aparece bajo la pálida música del razonable cantonés, del afinado !kung o del mero nostrático.

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