lunes, noviembre 19, 2007

El último antimentalista

Tengo para mí que la deriva mentalista y cognitivista de algunas disciplinas encierra una confusión notable. Tenerlo para mí significa que no he logrado convencer a muchos y que yo tampoco estoy muy convencido. Me fijo, con todo, en que las llamadas operaciones mentales se engranan siempre en teorías que remiten a configuraciones objetivas ideales: gramáticas o determinaciones semánticas, las restricciones sobre ellas no son tanto las operaciones del sujeto como las posibilidades que ofrece el sistema.

Ferdinand Bull, Hoy no me puedo ni explicar, Tarugo Ediciones, 2006, pág. viii.


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