"No te miro raro." Notemos cómo el raro se proyecta sobre el objeto de la mirada, que no sólo complementa predicativo al sujeto. ¿Es la semántica del mirar y del mirar raro? El caso no es el de "te veo raro", donde raro acompaña a te. Composicionalmente, en el primer caso, y hasta en primera instancia semántica, ese raro se dice del modo de mirar, del gesto, del rostro del que mira, pero arroja una sombra innegable sobre el mirado, su conducta, su rostro, quizá su gesto.
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