martes, marzo 21, 2006

Intermedio marrista

Anoche pudo verse pro televisión la muy apreciable película de Aibar (o de Aibar y Guerricaechevarría) Platillos volantes. En la película se habla español salvo (que recordemos) en una escena en que aparece un payés (subtítulo: pagés) que mantiene un breve intercambio en catalán con otros dos personajes. Basada en una historia real, podemos suponer –al menos si esa historia real tuvo lugar en Cataluña- que en la misma se usase más el catalán de lo que se hace en la narración que nos transmiten Vilches, de Andrés y Ponce. Por otra parte, parece razonable utilizar el español como lengua de la película por multitud de razones.
Lo que llama la atención son los subtítulos en español que traducen el catalán de la escena antes aludida. Los subtítulos han de ser legibles y funcionales (con las camisas blancas de Good Night, and Good Luck, por ejemplo, los subtítulos blancos no son legibles y ofenden). Quizá también debiera evitarse que "collons" se tradujera por “testículos”. Y es que resultaban más castellanas, por decirlo more laietano, las palabras del payés en catalán que los subtítulos aeroportuarios que auxiliaban al íntimo espectador no catalanoescoltante.
¿Hay un factor que se debe a la divina tinta de la palabra escrita? ¿Cuál es el libro de estilo de los subtítulos? Collons son collons son collons. Huebos habemos.

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