Los incisos nos descubren la verdad de la sintaxis y los divertículos del pensamiento. Con su vocación ornamental, permiten retomar el tema principal y la estructura sintáctica con, en ocasiones, un virtuosismo que nos hace olvidar a qué veníamos.
Pero quizá todo, todo, todo sea un inciso en un discurso silencioso o posiblemente estruendoso y, por estruendoso, inaudible, un discurso que es el Libro de la Naturaleza en alguna de sus últimas reediciones en DVD.
Pero quizá todo, todo, todo sea un inciso en un discurso silencioso o posiblemente estruendoso y, por estruendoso, inaudible, un discurso que es el Libro de la Naturaleza en alguna de sus últimas reediciones en DVD.
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