Pasamos del Instituto Nacional de Meteorología a la Agencia Estatal de Meteorología, lo que nos recuerda al sintético(1) “Llueve en el Estado”.
Como quiera que existen agencias nacionales, nos informaremos sobre la razón de que ésta sea o vaya ser estatal, aunque las razones aportadas nos pueden inyectar la melancolía que proporcionan las distinciones jurídicas cuando sancionan como situación real lo que es mera ideología. En el peor sentido –que ya es decir.
(1) Y nada analítico en estos tiempos resecos.
Como quiera que existen agencias nacionales, nos informaremos sobre la razón de que ésta sea o vaya ser estatal, aunque las razones aportadas nos pueden inyectar la melancolía que proporcionan las distinciones jurídicas cuando sancionan como situación real lo que es mera ideología. En el peor sentido –que ya es decir.
(1) Y nada analítico en estos tiempos resecos.
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