O adverbial: -¿Por qué vienes? -¿Me preguntas por la causa de mi venida o por el objeto que voy a transportar de tu allí para mi aquí de antes?. Esta ambigüedad se ha celebrado en chistes antiguos y con calambur: -Buenas, soy paraguayo y vengo para pedir la mano de su hija. Sorteando la sinécdoque, observo que no dejo el verbo venir. Por otro lado, la causa se metamorfiza (en una cierta sinécdoque conceptual o categorial: quid? quomodo? pou? agapimú?) en otra serie rapsódica de circunstancias: las que no acabaron de domeñar ni Aristóteles ni Kant ni el Scattergories.
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