No de una lengua. Digamos que los dos últimos hablantes de la última lengua. Los dos últimos individuos dotados de la ordenada facultad del lenguaje. Refugiándose en una conversación sin melodía, refugiándose de sus semejantes regresados a un after-language esquemático, si bien no exento de una lírica vaga y paradoxal (por lo menos desde nuestro punto de escucha).
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