La cantidad silábica, que se nos anuncia como un oscuro ritmo, quizá aparezca insospechadamente. A fin de cuentas, cualquier verso que es verso algo muestra o algo nos deja oír. Más difícil es que esa cantidad la oigamos en la prosa, porque el ritmo de la prosa vaya uno a saber de qué está hecho.
(Por eso es un buen ejercicio intentar figurarse cómo de unas prosodias surgen otras, como si nada, hasta que la que es nueva deja ahogar a la que un día era el mundo.)
(Por eso es un buen ejercicio intentar figurarse cómo de unas prosodias surgen otras, como si nada, hasta que la que es nueva deja ahogar a la que un día era el mundo.)
1 comentario:
bueno yo creo que no es una definicion exata si los es pork de la esc. nos encargaron y no creo que sea la definicion ok
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