miércoles, marzo 28, 2007

Silencio

El valor sintáctico de los silencios es inseparable de las inflexiones de tono que los acompañan, antes y después. A veces cumplen funciones también realizadas por el orden de palabras, asuntos todos ellos bien conocidos. El silencio denota segundas o terceras intenciones que pueden quedar indeterminadas, pero que son tremendamente pregnantes en su paradójica enunciación, la del silencio.

1 comentario:

marideliwes dijo...

O sea, silencio = f(antes, despues), dónde f es una función dependiente de dos parámetros: el antes y el despues.

No sé si me-se-entiende :-)

A mi no me gusta el silencio, no tengo paciencia.