Expreso juicios personales, quizá no compartidos por todos los hablantes. Escribo sin considerar el asunto despacio y sin mayores precauciones. Sergio Baselga Moreno (Dirac. La belleza matemática, pág. 41) escribe de Max Born:
(1) De sus descendientes, resultará ser el más famoso su nieta la cantante y actriz australiana Olivia Newton-John.
Me suena raro. Yo claramente prefiero:
(2) De sus descendientes, resultará ser la más famosa su nieta la cantante y actriz australiana Olivia Newton-John.
En cambio:
(3) De las personalidades, el más relevante era don Fulgencio Pimentel.
es –para mí– peor que:
(4) De las personalidades, la más relevante era (la de) don Fulgencio Pimentel.
Cuestión diferente es la de otras clases de palabras y cosas:
(5) De las comidas, el más importante es el desayuno.
que no es permisible, mientras sí lo es:
(6) De las comidas, la más importante es el desayuno.
Simétricamente, (7) es mejor que (8):
(7) De los alimentos, el más importante es la leche.
(8) De los alimentos, la más importante es la leche.
En cualquier caso, vemos que en casos como el primero, algunos preferimos la concordancia catafórica (que no sé si se llamará así) entre el término hipónimo (o el sintagma correferencial: “el más famoso”) que se expresa a continuación del hiperónimo (“sus descendientes”) y el sustantivo que le sigue aún más tarde (“su nieta”; en este caso con el añadido de un nombre propio de mujer). Existe cierta asimetría además perceptible en casos como:
(9) De sus sobrinos, el más querido era Mari Pili
que encuentro peor que:
(10) De sus sobrinos, la más querida era Mari Pili.
Es decir, podemos o debemos pasar de masculino a femenino; pero como vimos más arriba, tal regla no se aplica si el resultado es femenino-masculino-masculino. Ya se sabe que el género gramatical masculino se usa para colecciones mixtas: es el género no marcado. Aunque no todo está tan claro. En mi opinión, (11) es mejor que (12):
(11) De las Personas divinas, la más palpable es el Hijo.
(12) De las Personas divinas, el más palpable es el Hijo.
Sin embargo:
(13) De las dignidades presentes, la más prominente era el Arzobispo X
es preferible, creo yo, a:
(14) De las dignidades presentes, el más prominente era el Arzobispo X.
y creo también que ésta última es inaceptable o incorrecta. Caso similar es el de:
(15) De las autoridades asistentes, la de mayor jerarquía era…
(16) De las autoridades asistentes, el de mayor jerarquía era…
Como sólo hemos puesto femeninos gramaticales acabados en –dad y metonímicos, debemos probar con otras cosas y casos:
(17) De las fieras del zoo, la más impresionante era el cocodrilo.
(18) De los animales del zoo, el más impresionante era la pantera.
(19) De los animales del zoo, la más impresionante era la pantera.
Con animales no humanos, la diferencia de calidad gramatical de las oraciones parece suavizada (sobre todo porque el género de los sustantivos que cierran una y otra frase no es ni masculino ni femenino). (18) no refuta la “regla Olivia Newton-John" porque ésta nos la han sugerido casos y categorías en que el accidente de género (descendiente) no funciona como en animal.
Nótese además que impresionante es como descendiente. En cambio (18') es mejor que (19'):
(18) De los animales del zoo, el más fiero era la pantera.
(19) De los animales del zoo, la más fiera era la pantera.
Probemos con algunas designaciones un tanto oblicuas:
(19) De las fieras del ejército de Atila, la más impresionante era su cuñado
(20) De las fieras del ejército de Atila, el más impresionante era su cuñado.
(21) De las bestias con que hemos tenido que tratar, la número dos
(22) De las bestias con que hemos tenido que tratar, el número dos es,…
Y, por dar un poco de aire o por quitárselo, a la “regla Olivia Newton-John”, compárese:
(23) De los árbitros, la más experta era Catalina.
(24) De los árbitros, el más experto era Catalina.
(25) De las árbitros, la más experta era Catalina.
(23), lo confieso, me suena a que Catalina era la más experta del subconjunto de los árbitros de sexo femenino. Si se intensifica, esta sensación ya no la tengo:
(26) De todos los árbitros, la más experta era Catalina
aunque yo preferiría:
(27) De todos los árbitros, Catalina era la más experta.
Lo que acabo de decir depende claramente de lo que sabemos de los árbitros. No sucede con:
(28) De los administrativos, la más competente era Catalina
(29) De los administrativos, el más competente era Catalina
Y aquí yo vuelvo a preferir, y con mucho, (28). Cierro aquí la sesión, porque los casos parecen graduados y muy dependientes de la clase de palabra, de la estructura sintáctica específica, de las relaciones taxonómicas entre los significados y de las relaciones entre individuos y clases de individuos designados.
Se esperan opiniones y pareceres. No confío demasiado en los interlocutores a quienes he consultado mis divagaciones hasta el momento: De las personas con quienes lo he comentado, el más convencido ha sido mi amigo Manolo.
(1) De sus descendientes, resultará ser el más famoso su nieta la cantante y actriz australiana Olivia Newton-John.
Me suena raro. Yo claramente prefiero:
(2) De sus descendientes, resultará ser la más famosa su nieta la cantante y actriz australiana Olivia Newton-John.
En cambio:
(3) De las personalidades, el más relevante era don Fulgencio Pimentel.
es –para mí– peor que:
(4) De las personalidades, la más relevante era (la de) don Fulgencio Pimentel.
Cuestión diferente es la de otras clases de palabras y cosas:
(5) De las comidas, el más importante es el desayuno.
que no es permisible, mientras sí lo es:
(6) De las comidas, la más importante es el desayuno.
Simétricamente, (7) es mejor que (8):
(7) De los alimentos, el más importante es la leche.
(8) De los alimentos, la más importante es la leche.
En cualquier caso, vemos que en casos como el primero, algunos preferimos la concordancia catafórica (que no sé si se llamará así) entre el término hipónimo (o el sintagma correferencial: “el más famoso”) que se expresa a continuación del hiperónimo (“sus descendientes”) y el sustantivo que le sigue aún más tarde (“su nieta”; en este caso con el añadido de un nombre propio de mujer). Existe cierta asimetría además perceptible en casos como:
(9) De sus sobrinos, el más querido era Mari Pili
que encuentro peor que:
(10) De sus sobrinos, la más querida era Mari Pili.
Es decir, podemos o debemos pasar de masculino a femenino; pero como vimos más arriba, tal regla no se aplica si el resultado es femenino-masculino-masculino. Ya se sabe que el género gramatical masculino se usa para colecciones mixtas: es el género no marcado. Aunque no todo está tan claro. En mi opinión, (11) es mejor que (12):
(11) De las Personas divinas, la más palpable es el Hijo.
(12) De las Personas divinas, el más palpable es el Hijo.
Sin embargo:
(13) De las dignidades presentes, la más prominente era el Arzobispo X
es preferible, creo yo, a:
(14) De las dignidades presentes, el más prominente era el Arzobispo X.
y creo también que ésta última es inaceptable o incorrecta. Caso similar es el de:
(15) De las autoridades asistentes, la de mayor jerarquía era…
(16) De las autoridades asistentes, el de mayor jerarquía era…
Como sólo hemos puesto femeninos gramaticales acabados en –dad y metonímicos, debemos probar con otras cosas y casos:
(17) De las fieras del zoo, la más impresionante era el cocodrilo.
(18) De los animales del zoo, el más impresionante era la pantera.
(19) De los animales del zoo, la más impresionante era la pantera.
Con animales no humanos, la diferencia de calidad gramatical de las oraciones parece suavizada (sobre todo porque el género de los sustantivos que cierran una y otra frase no es ni masculino ni femenino). (18) no refuta la “regla Olivia Newton-John" porque ésta nos la han sugerido casos y categorías en que el accidente de género (descendiente) no funciona como en animal.
Nótese además que impresionante es como descendiente. En cambio (18') es mejor que (19'):
(18) De los animales del zoo, el más fiero era la pantera.
(19) De los animales del zoo, la más fiera era la pantera.
Probemos con algunas designaciones un tanto oblicuas:
(19) De las fieras del ejército de Atila, la más impresionante era su cuñado
(20) De las fieras del ejército de Atila, el más impresionante era su cuñado.
(21) De las bestias con que hemos tenido que tratar, la número dos
(22) De las bestias con que hemos tenido que tratar, el número dos es,…
Y, por dar un poco de aire o por quitárselo, a la “regla Olivia Newton-John”, compárese:
(23) De los árbitros, la más experta era Catalina.
(24) De los árbitros, el más experto era Catalina.
(25) De las árbitros, la más experta era Catalina.
(23), lo confieso, me suena a que Catalina era la más experta del subconjunto de los árbitros de sexo femenino. Si se intensifica, esta sensación ya no la tengo:
(26) De todos los árbitros, la más experta era Catalina
aunque yo preferiría:
(27) De todos los árbitros, Catalina era la más experta.
Lo que acabo de decir depende claramente de lo que sabemos de los árbitros. No sucede con:
(28) De los administrativos, la más competente era Catalina
(29) De los administrativos, el más competente era Catalina
Y aquí yo vuelvo a preferir, y con mucho, (28). Cierro aquí la sesión, porque los casos parecen graduados y muy dependientes de la clase de palabra, de la estructura sintáctica específica, de las relaciones taxonómicas entre los significados y de las relaciones entre individuos y clases de individuos designados.
Se esperan opiniones y pareceres. No confío demasiado en los interlocutores a quienes he consultado mis divagaciones hasta el momento: De las personas con quienes lo he comentado, el más convencido ha sido mi amigo Manolo.
1 comentario:
Yo a Catalina la veo perfecta en la (23), limitada en la (25) y estupenda y competente en la (28). Al cuñado lo veo yo más en la (20) y a la pantera en la (19) y (19)'. El arzobispo, porque me caerá mal, quizá, en la (14). Mari Pili en la (10); la leche en la (7). A Fulgencio Pimentel en la (4) y a Olivia en la (2), por méritos propios.
También es cierto que estoy escribiendo sin las gafas. O sea que, ver, ver, lo que se puede.
Publicar un comentario