La gramática va asumiendo categorías que la condenan a una apertura eterna e insaciable, algo así como la negación de la ciencia. Mayor o menos discreción y prudencia, pero la distancia que media entre las estructuras y las construcciones -que se especializan semánticamente- es un riesgo absoluto para la estabilidad de una ciencia. Si no se cierra el campo por algún otro lado inesperado. Seguiremos informando.
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