La maledicencia se cubre las espaldas en el no decir. Contemplamos el nocturno y vasto jardín de la pragmática de la mentira, que es tramposa pragmática. Busca su inspiración en lo que se presupone, en la contigüidad que no es predicación, pero la anuncia. Una aserción que es todas las palabras. A mayor o menor distancia. Un territorio con las infinitas oraciones y una distancia definida. El testimonio falso dibuja atajos en su mapa de medias tintas y fermatas de barbilla inquisitiva. Crece con las palabras vacías. Ya se irán llenando con lo que haga falta.
NOTA: El lenguaje (e-language, que diría el otro) como un fractal donde cada parte contiene al todo. Así, una herramienta para irresponsables y su gramática, que ha de incluir todas las ordenaciones de ese conjunto.
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