Procesar es dar cuenta de una oración como si fuera lo que es, un puzzle de de piezas conectadas por un estolón. Una metáfora no del bricolage sino del intento renovado. Del hablante y del gramático. Pero el gramático muere también muchas veces, enredado en las lianas del árbol de Porfirio. En sus banderolas, con todo su predicamento. (L. Matthäus, Drei Sätze und ein Begräbnis, Gelsenkirchen, Schalke Verlag, 2004/ Agradecemos la traducción a U. Stielike.)
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