Ser es el del sentido y estar de la referencia. Ser es el del género y estar del sexto predicable. Ésta sí me gusta más. Estar está del sexto predicable y ser está del género y de la especie. Ser es de los juicios categóricos y estar de los fáticos. Estar nos habla de las operaciones deícticas y contigüas. Estar bueno o buena es de tocar con la mirada. Es el estar de los tiempos continuos. Lo está estando. Transitivamente estamos amasando. O cociendo. El estar del ser ni es un estar ni es nada. El ser del estar es la esencia cuando andamos un poco despistados. O sea, siempre. Sepa el lector que en no pocas lenguas nos ahorraríamos este "es", al menos en tiempo prestante.
Estar de farra es ir de farra en una órbita hiperbólica, que ya dijo Halley que era (o estaba) un oxímoron. Estar borracho es el eterno retorno, pero ser un borracho es algo que se pasa: a largo plazo todos sobrios. Estar feliz es la condición propia del sabio que ni lo es ni le hace falta serlo (Sagasti, de Mendavia, vino a decir lo mismo), pero ser feliz es producto que venden los psicólogos. Valor de cambio. Seamos lo que seamos, aquí estamos. Escribiendo chorradas.
Estar de farra es ir de farra en una órbita hiperbólica, que ya dijo Halley que era (o estaba) un oxímoron. Estar borracho es el eterno retorno, pero ser un borracho es algo que se pasa: a largo plazo todos sobrios. Estar feliz es la condición propia del sabio que ni lo es ni le hace falta serlo (Sagasti, de Mendavia, vino a decir lo mismo), pero ser feliz es producto que venden los psicólogos. Valor de cambio. Seamos lo que seamos, aquí estamos. Escribiendo chorradas.
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