miércoles, abril 05, 2006

Por decirlo

Prisioneros de lenguajes, de términos, de fraseologías que cruzan nuestros territorios como bandas de señores de la guerra que no excluyen a las columnas de ancianos, madres y niños de pecho que completarían la iconografía.
Nuestra ridícula defensa se apoya en expresiones que buscan desengancharnos, marcar las distancias: Por decirlo así, por decirlo de alguna manera, por decirlo del modo que ahora es usual, por ejemplo.
En esas defensas hay también atacantes infiltrados, claro, pero el propósito de aquéllas es claramente el de separarnos de los modos que no aceptamos, son consecuencia de la propia conciencia, de una conciencia inútil y vencida.
La casuística gramatical ofrece alguna variación, desde una integración orgánica con tonalidades metalingüísticas hasta la mera afijación como un satélite no invitado a la órbita:

Estas actividades que, por llamarlas de alguna manera, denominaremos X.

Para lo que se usan las, por llamarlas de algún modo, X.

A lo segundo más bien propenden estas expresiones, ADN basura que cuestiona el dogma central de la gramática generativa. Colaboracionistas, seguimos hablando o escribiendo en campos ocupados, batidos, planchados y peinados. Hasta que los términos enemigos nos sean familiares y reservemos el, por así llamarlo, recurso retórico referido para los nuevos ocupantes. Wörterwanderung. (Pero quizá nuestra actitud sea la de Ti periménume stin agorá ...).

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