El acontecimiento, que resulta del vencimiento hacia un lado de una bifurcación anunciada, da lugar también a un espacio de posiciones retóricas previamente definidas según las adecuadas dimensiones. Sólo asistimos a su despliegue. Rara vez nos sorprende un nuevo eje, o un hiperplano que nos saja por donde no esperábamos. Todo lo que decimos encuentra su lugar en esas coordenadas con la infamante marca del déjà vu o el déjà ouï.
No sólo los comentaristas deportivos. De te fabula narratur.
No sólo los comentaristas deportivos. De te fabula narratur.
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